MONTEVIDEO (18/01/06) Posiblemente esta asociación ecologista no habría llegado a donde está sin su magistral y novedosa estrategia de medios. En América Latina, donde la mayoría de los países dejan las políticas de respeto ambiental en un segundo plano, la ONG del arco iris intenta acaparar la atención de la opinión pública y concienciar a la sociedad con esta fórmula..
Hacia allí apunta, ejemplo, la últa campaña que ha desplegado en Uruguay para frenar la posible construcción de unas plantas de celulosa de las coraciones Botnia y ENCE en la ciudad uruguaya de Fray Bentos.
La iniciativa, denominada “son muchas las promesas para un pasado tan negro” incluye un spot de televisión que se está emitiendo en Canal 4 Monte Carlo Televisión de Montevideo.
En él se exhorta a la población a evitar “este cren ambiental” a través de varios ejemplos de las consecuencias que ello puede producir, entre los cuales se encuentra el denominado “Caso Celco”, ocurrido en la ciudad chilena de Valdivia, cuando un derrame de sustancias tóxicas procedentes de
Óscar Soria, director de Comunicación de Greenpeace, aclaró que con ello se pretende dar cuenta de los resultados de las actividades de estas empresas, como la destrucción de ecosistemas, muerte de anales y contaminación de alto pacto en comunidades locales.
Otros casos que ejemplifican la postura de
Un particular estilo comunicativo
El aviso publicitario, que muestra catástrofes ambientales reales durante 30 segundos, viene a complementar otras acciones “mediáticas” de Greenpeace que causaron un gran pacto en su momento y que delitan claramente el particular estilo comunicativo de la asociación.
Tales son los despliegues de pancartas, los encadenamientos o “abordajes” que las embarcaciones de la agrupación del arco iris realizan periódicamente a balleneros japoneses que se encuentran faenando en aguas de
La espectacularización mediática, tal como ha ocurrido en otras zonas del mundo, puede transformarse en un arma potente para mentalizar a las poblaciones de Latinoamérica de que el progreso a costa de la naturaleza sale caro.
