En la Tierra a martes, diciembre 16, 2025

Ley Antitabaco: los fumadores, el cáncer de la sociedad

Ayer en la rueda de prensa de la presentación del  ‘Estudio psicosocial sobre tabaquismo y cáncer de pulmón’, que tuvo lugar en Madrid, todos los presentes se mostraron satisfechos con la nueva Ley Antitabaco que entró en vigor el pasado 1 de enero. Pero en la mayoría de los bares está permitido fumar, los fumadores no han dejado el hábito, sólo han cambiado las oficinas las aceras, y además, gracias al Ministerio de Economía y Hacienda, fumar cada vez nos cuesta menos… desde el punto de vista económico, claro. ¡Qué hipocresía!

 

En una época fumar estuvo de moda, fue lo más inn y lo que se llevaba. Símbolo de libertad y de rebeldía, los astros del cine Holliwoodiense hicieron del cigarrillo sinóno del glamour. Pero hoy, aquellos que se engancharon se han convertido en los apestados de nuestra sociedad. No sólo se hacen daño a si mismos, sino que intoxican y matan lentamente a los que tienen alrededor. Eso sin contar  con el dinero que se gasta la Seguridad Social en curar sus maltrechos pulmones y demás órganos dañados el veneno que les ha encerrado en su trampa. ¡Los fumadores son el cáncer de la sociedad!

 

La nueva Ley Antitabaco no hará que los fumadores dejen de serlo, sino que splemente fumen en otros sitios. ¿Pero dónde? Para poder comer en la zona de fumadores de un restaurante, tienes que esperar largas colas, puesto que los espacios CON HUMO (el 30% de la capacidad del local), no parecen ser suficientes.

 

En el lugar de trabajo, tampoco se puede. El fumador tiene que salir a la calle, aguantar las miradas de sus compañeros que consideran que se está “escaqueando”, ver a su jefe con mala cara, sotar las inclemencias del tiempo y fumarse su cigarrillo mientras aspira litros de aire ¿puro? ¿El aire contaminado los millones de coches que circulan España afecta menos a nuestros pulmones que los cigarrillos? ¿Acabarán prohibiendo circular a los coches pero aún así los seguirán vendiendo? Y ahora que todo el mundo está preocupado la obesidad infantil ¿regulará el Ministerio de Sanidad los apetitosos anuncios de bollería industrial, chocolatinas y demás productos altamente calóricos que se publicitan doquier? Puestos a regular… 

 

Pero volvamos a lo del tabaco. El Ministerio de Sanidad se ha gastado un dineral en campañas publicitarias, guías informativas, en fin, todo lo necesario para dejar de fumar. ¿Todo lo necesario? No. Porque la adicción al tabaco es una enfermedad, pero la Seguridad Social no asume los gastos para ayudar al fumador a desengancharse, y eso que una gran parte del dinero que un fumador se deja en una cajetilla de tabaco va a parar a las arcas del Estado.  Y este Estado no quiere que dejemos de fumar. Porque sino ¿cómo se explica que el Comisionado para el Mercado de Tabacos (organismo adscrito al Ministerio de Economía y Hacienda) permita la venta de cigarrillos de bajo coste?

 

 Dicen que quieren evitar que los jóvenes comiencen a fumar y sin embargo en el mercado hay cajetillas de tabaco debajo de 1,65 euros. ¡Cuánta hipocresía!

 

Cuanto más suba el precio del tabaco, menor será el número de fumadores. Pero si el número de fumadores baja, el Estado recaudará menos, y eso claro está, no interesa. Y es que digan lo que digan, los fumadores resultamos rentables.

 

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