Ayer en la rueda de prensa de la presentación del ‘Estudio psicosocial sobre tabaquismo y cáncer de pulmón’, que tuvo lugar en Madrid, todos los presentes se mostraron satisfechos con la nueva Ley Antitabaco que entró en vigor el pasado 1 de enero. Pero en la mayoría de los bares está permitido fumar, los fumadores no han dejado el hábito, sólo han cambiado las oficinas las aceras, y además, gracias al Ministerio de Economía y Hacienda, fumar cada vez nos cuesta menos… desde el punto de vista económico, claro. ¡Qué hipocresía!
En una época fumar estuvo de moda, fue lo más inn y lo que se llevaba. Símbolo de libertad y de rebeldía, los astros del cine Holliwoodiense hicieron del cigarrillo sinóno del glamour. Pero hoy, aquellos que se engancharon se han convertido en los apestados de nuestra sociedad. No sólo se hacen daño a si mismos, sino que intoxican y matan lentamente a los que tienen alrededor. Eso sin contar con el dinero que se gasta
La nueva Ley Antitabaco no hará que los fumadores dejen de serlo, sino que splemente fumen en otros sitios. ¿Pero dónde? Para poder comer en la zona de fumadores de un restaurante, tienes que esperar largas colas, puesto que los espacios CON HUMO (el 30% de la capacidad del local), no parecen ser suficientes.
En el lugar de trabajo, tampoco se puede. El fumador tiene que salir a la calle, aguantar las miradas de sus compañeros que consideran que se está “escaqueando”, ver a su jefe con mala cara, sotar las inclemencias del tiempo y fumarse su cigarrillo mientras aspira litros de aire ¿puro? ¿El aire contaminado los millones de coches que circulan España afecta menos a nuestros pulmones que los cigarrillos? ¿Acabarán prohibiendo circular a los coches pero aún así los seguirán vendiendo? Y ahora que todo el mundo está preocupado la obesidad infantil ¿regulará el Ministerio de Sanidad los apetitosos anuncios de bollería industrial, chocolatinas y demás productos altamente calóricos que se publicitan doquier? Puestos a regular…
Pero volvamos a lo del tabaco. El Ministerio de Sanidad se ha gastado un dineral en campañas publicitarias, guías informativas, en fin, todo lo necesario para dejar de fumar. ¿Todo lo necesario? No. Porque la adicción al tabaco es una enfermedad, pero
Dicen que quieren evitar que los jóvenes comiencen a fumar y sin embargo en el mercado hay cajetillas de tabaco debajo de 1,65 euros. ¡Cuánta hipocresía!
Cuanto más suba el precio del tabaco, menor será el número de fumadores. Pero si el número de fumadores baja, el Estado recaudará menos, y eso claro está, no interesa. Y es que digan lo que digan, los fumadores resultamos rentables.










