La carta de despedida

HASTA SIEMPRE

Llevo dos días llorando para adentro que se me hace insotable pensar en el momento en que dejaré de veros a diario. Qué le voy a hacer, en el fondo soy un blando, pero no lo quiero demostrar. Han sido 9 años juntos.

Más que muchos matronios, según los datos del INE que dos el otro día. Para mi no ha sido fácil ser jefe de compañeros. Yo no entré como jefe. Entré casi como uno más. Nadie te explica cómo ser jefe así que he tenido que ir provisando. Os pido perdón todos los errores, decisiones injustas o cagadas que haya podido cometer. No era mi intención.

En este despacho a veces me he sentido más como un psicólogo que pasa consulta que como un periodista. No sabéis lo que supone estar al otro lado de la puerta y ver que entra gente a un ritmo de 3 minuto a preguntar, a pedir, a protestar, a reír… He llegado a pensar en poner un número en la entrada.

Ya sé que es de mal gusto abandonar el barco el prero y dejar a todos los demás aquí, lo siento. Mi intención ha sido defender siempre una manera de trabajar, de concebir esta profesión y de dar ámbitos de libertad a los periodistas para que desarrollaran su trabajo y se desarrollaran como profesionales. Para ello no he dudado en ponerme el prero de la manifestación aunque finalmente pudiera quemarme. No creáis que haya sido una ingenuidad. Uno sabe los riesgos que asume en todo momento. Lo contrario, renunciar sin intentarlo, no me lo hubiera perdonado.

Sé que todos tenéis una idea de lo que se debería haber hecho y de lo que no durante este tiempo. Que no todo ha sido tan bonito como se recuerda en el momento del adiós. Lo sé, pero me quedo con lo bueno. Lo único que he intentado es que todos los que hemos compartido tarea quepamos dentro de estos informativos. No os voy a pedir que, como yo, os sintáis orgullosos de lo realizado estos años. Nadie me puede quitar todos esos momentos de excelente periodismo que habéis desplegado durante millones de minutos. Yo podré sacar pecho diciendo que he trabajado en INFORMATIVOS TELECINCO durante 9 años, con la mejor redacción de este país. Eso no me lo va a quitar nadie. Ni las audiencias.

He intentado fomentar la discusión periodística. Una redacción que no discute sobre noticias está muerta. He intentado sacaros el mayor partido donde más a gusto estuvierais, siempre con la dificultad de cubrir 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año. He tratado de haceros sentir que vuestro trabajo servía para algo, que tenía un fin últo respetable y loable, que formábamos un equipo cuya labor no era sólo apretar tornillos en una fábrica. Si alguno os habéis sentido así me alegro muchíso. Si no, lo siento, pero sabed que lo he intentado.

Creo que la mejor cosa no es ganar. Por eso soy del atleti. Es intentarlo. Ser coherente. Dar la cara y presentar batalla. ¡¿Qué ta no haber ganado?! Recientemente vi la película “El ulto samurai”. No es muy buena, la verdad. Pero la escena final me emocionó. Me hizo sentir que así era nuestro trabajo. Se enfrentaban con espadas a un ejército cargado de metralletas. Perdieron, sí…, y qué. Lo intentaron a su manera. Ganaron a su manera.

Sólo quiero pediros dos cosas: que sepáis que Fran García nos ha apoyado siempre hasta el final. Que los subdirectores han hecho una labor oscura y poco reconocida y que nunca les estaré lo suficientemente agradecidos. Y que esta empresa nos ha respaldado siempre en los malos momentos hasta el final. En esta empresa seguís. Ahora afrontáis una nueva etapa. Para algunos seguro que es una buena noticia. Para otros una pena. Tendremos tiempo de celebrar ambas cosas. Ahora, a apretar los dientes y a trabajar que el reto sigue siendo el mismo.

Un beso muy grande para todos. Os quiero.

JP

 Vies, 27 de enero de 2006