LIMA (13/02/06) Las declaraciones públicas del periodista peruano César Hildebrandt en que reconoció que su despido de la cadena de televisión Frecuencia Latina se produjo no apoyar a la candidata peruana Lourdes Flores nos recuerdan los entresijos de presiones mutuas que caracteriza la relación entre ambos sectores, muchas veces con consecuencias nefastas para ambos sectores.
Este comunicador, que presentaba hasta la semana pasada el programa “Hoy con Hildebrandt”, aseguró que su salida obedeció a que “no quería cantar la misma partitura que entonan los medios a diario, donde se apoya a rabiar a Lourdes Flores y se mide con diferente rasero a Baruch Ivcher“, dueño de Frecuencia Latina, que es muy allegado al mandatario Alejandro Toledo, que ha rehusado hacer declaraciones sobre el tema.
Ivcher, que ha recibido fondos gubernamentales para compensar el despojo que sufrió durante el régen fujorista, declaró a un diario leño que el pago de 5,9 millones de dólares que le dio el gobierno peruano “es un acto de justicia”, en un intento desvincular este hecho con el apoyo de su cadena a Flores, que acusa Hildebrandt.
El periodista declaró que “lo único que quiero es que el canal reconozca que me botó que les era incómodo, ahora que se inicia la campaña electoral, y no se escude en pretextos fútiles”. El informador aludía, de esta forma, al argumento que presentó Frecuencia Latina para justificar la salida de su programación: la negativa del autor del libro de entrevistas “Cambio de palabras” de conducir un programa especial el día de las elecciones generales, el próxo 9 de abril
El despido de este profesional de la comunicación fue condenado rápidamente
No es un caso aislado
Desafortunadamente, los despidos a periodistas que se identifican con una opción política no es una situación excepcional y, probablemente, seguirán repitiéndose en este año convulso en términos de comicios en Latinoamérica.
Sin ir más lejos, en las elecciones que se celebraron recientemente en Chile, Bernardo Carrasco, dueño del canal TVO, le comunicó a la periodista Pamela Jiles su despido su participación en el spot televisivo de la coalición de izquierda Juntos Podemos.
En ese momento, Jiles dijo que esperaba ser el “últo cadáver” que deje la falta de libertad de expresión en su país. PRLatam espera que esto se cumpla para todo el continente… ¿tendremos que esperar mucho?










