BOGOTÁ (14/02/06) Ante el alarmante balance de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), el Gobierno colombiano creará un comité integrado la Fiscalía General de la Nación y la Dirección de Policía Judicial para acelerar las investigaciones sobre amenazas y agresiones a periodistas. Sólo cabe esperar que esta lucha fin se lleve a cabo con seriedad.
El compromiso anunciado el Vicepresidente de Colombia, Francisco Santos, contempla medidas para evitar nuevos asesinatos de periodistas, proteger a los que están amenazados de muerte y defender la libertad de prensa.
En una reunión en la que participaron representantes de la FLIP, Santos y el director de la Policía Judicial, Óscar Naranjo, se dieron a conocer cifras, cuando menos, alarmantes: sólo en enero de este año, 6 periodistas fueron amenazados, 5 de los cuales tuvieron que salir de su región. A esto se añade el estado crítico del periodista Gustavo Rojas Gabalo, que fue baleado en Montería, Córdoba, el pasado 4 de febrero. En 2005, un total de 64 informadores fueron amenazados y 31 reteros han perdido la vida en los últos 8 años.
El informe prelinar de 2005 de la FLIP indica que la autocensura y el silenciamiento caracterizan de forma desafortunada el periodismo regional en Colombia. Las principales amenazas provienen de la corrupción o el paramilitarismo y las prácticas van de la coacción, al hostigamiento e, incluso, secuestro con el fin de que se cubra un evento determinado o se divulgue cierta información.
Compromiso policial
La Policía se comprometió a revisar los casos recientes en zonas como Santander, Norte de Santander y Costa Atlántica, y proteger a los periodistas en todo el país. Además, se crearán equipos de seguridad especiales en las zonas más conflictivas y se entregarán recompensas a las personas que faciliten información valiosa, cuyo monto variará según el caso.
Por últo, el Vicepresidente dijo que visitaría Barrancabermeja y Cúcuta próxamente, y que le haría llegar a todas las autoridades locales en Colombia el mensaje oficial de que la actividad periodística debe ser respetada y defendida sin reparos.