Carmen Caffarel ha recibido la semana pasada el prer aviso serio de parte de
El principal problema son los fracasados y costosos programas que el Ente Público ha puesto en marcha durante el últo curso, la mayoría de ellos fracasados y con elevados costes de producción. Y es que la fórmula del director de Programación Pablo Carrasco hasta estos momentos, ha sido la de tirar del talonario para fichar programas que eleven la audiencia, una fórmula que no ha dado los resultados esperados hasta estos momentos.
La semana pasada, directores de
Es ello que se plantean seriamente reducir sus futuros ates al Ente Público ya que las previsiones de audiencias no se están cumpliendo y a menos audiencia menos ingresos publicidad. En RTVE ven que esta coyuntura puede servir para reducir el peso de la compañía y reducir costes.
Mientras, Pablo Carrasco elude cualquier responsabilidad sobre las bajas audiencias, señalando que heredó un equipo de la anterior administración “que sistemáticamente le ha restringido los recursos para contratar mejores programas” (no entendemos a qué se refiere si espacio como Ruffus, o Las Cerezas se han caracterizado precisamente su elevado coste).
Caffarel, que prera vez en toda su gestión se ha visto entre la espada y la pared, ha optado hacer caso a Carrasco y ha remodelado completamente su estructura directivo, apartando a Salvador Agustín y a Ángel Leñador de la prera línea de la dirección de Programas. Paradójicamente Agustín y Leñador han sido los principales detractores de Carrasco en las rocambolescas políticas de Pablo Carrasco. ¿Mejorarán las audiencias en RTVE con estos cambios?
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