En la Tierra a miércoles, diciembre 17, 2025

‘El periodista gráfico ha de estar siempre en primera línea de fuego’

Doctor en Ciencias de la Información la Universidad Complutense de Madrid. Desde 1995 es profesor de la Universidad San Pablo CEU. De 1998 a 2002 dirigió el departamento de Retajes de EFE, agencia en la que actualmente dirige la edición gráfica. Desde 1999 es el presidente de la Asociación Nacional de Informadores Gráficos de Prensa y Televisión (ANIGPTV). Parece tener tiempo para todo; pero cuando coge una cámara, se transforma: al igual que su admirado Eddie Adams, donde pone el ojo…

 

 

¿Son periodistas los reteros gráficos?

 

Sin duda alguna, sí. Sólo que al salir de la facultad, uno ha decidido contar la historia con palabras, y otro con ágenes. Además, el periodista gráfico debe tener conocientos técnicos en agen.

 

¿Por qué se excluyen formando asociaciones independientes?

 

No. Autoexclusión, ninguna. Lo que pasa es que el asunto ha evolucionado. La ANIGPTV ronda ahora mismo los 800 asociados. De todos ellos, gran parte pertenecen también a las diferentes organizaciones de Prensa de España. Y creo recordar que de todos ellos, unos 235 pertenecen también a la FAPE.

 

Más de la mitad de los profesionales del sector dicen trabajar en malas condiciones. Con este panorama, ¿quién se ana?

 

En este caso, hay que ponerse de canto. No podemos ser capaces de resolver este problema, pero somos conscientes de que ocurre y, además, lo denunciamos constantemente. Existen precariedad laboral, multidisciplinaridad multedia sin experiencia… El problema es que la precariedad laboral está generalizada en todos los campos del periodismo.

 

¿Son conscientes los propios medios de comunicación de sus problemas y demandas?

 

Ten en cuenta que si despedos a todos los periodistas en activo, no podríamos emplear completo ni a una sola promoción. Atendiendo a expresamente a las demandas de la ANIGPTV, una de las cosas que más nos urgen es cambiar el concepto que tienen las empresas de la figura del fotógrafo, que muchas veces se reduce, desafortunadamente, a alguien que aprieta un botón y con que salga el muñeco vale. Yo me quedo con CartierBresson, ‘el Ojo del Siglo’, quien dice que la mejor foto se obtiene cuando se disponen en la misma línea los ojos, la cámara y el corazón.

 

 

¿Constituye Intet su mayor amenaza?

 

No, no; en estos momentos, no es solamente Intet. También lo son las cámaras digitales. Antes, si publicaban una foto y no se nombraba o se pagaba al autor, se podía ir a reclamar a los tribunales con la prueba de los negativos en la mano. Ahora, se están haciendo experentos con la memoria RAU, pero todo es mucho más difícil de demostrar. De cualquier manera, Intet constituye el gran avance de los siglos XX y XXI.

 

¿Hacia dónde camina el mercado de los derechos de autor?

 

Hacia la consolidación de una ley sobre la propiedad intelectual fuerte, y la protección del profesional parte de los propios medios, que han de dotar al periodista de cierta solvencia, credibilidad y protección. En este sentido, estamos a años luz con respecto a otros países de la Unión Europea.

 

¿Se gana más dinero como freelance o en una empresa?

 

El freelance goza, sobre todo, de libertad. Eso supone un ate económico tante para el equipo, que es caro; y después, enfrentarse a las empresas para colocar tu material en unas condiciones dignas. Javier Bauluz, ganador del Pulitzer, ya trabajaba su cuenta desde los ochenta. Y ahí sigue trabajando, jugándose la vida, y ganando todos los premios habidos y haber.

 

¿Corren más riesgos en el trabajo que un periodista al uso?

 

Yo creo que sí. Un periodista gráfico siempre corre más peligro que el periodista que escribe. El periodista gráfico nunca puede hacer su trabajo en la retaguardia. Siempre ha de estar en la avanzadilla, en la prera línea de fuego, a la vanguardia. Sea donde sea: en una guerra, en una manifestación, o en la presentación de un libro.

 

¿Conoce el estatuto del Periodista?

 

No muy a fondo pero sí, lo conozco.

 

¿Se quedan cortos?

 

Sí. En general, es un buen punto de partida; pero en la parcela de lo gráfico es insuficiente, que este concepto no aparece ni del todo definido, ni del todo protegido. El documento aglutina también los incipientes códigos deontológicos, que están bien siempre que no supongan un ejercicio de autocensura.

 

Hablando de los códigos… Yo mismo he visto una fotografía de Sartre en la que borraban el cigarrillo. Eso no es autocensura.

 

La pregunta es si, ejemplo, un periodista tendría el suficiente valor como para llegar a publicar la fotografía de su propia madre malherida. A eso lo llamo yo reflexión, y no autocensura. Seamos honestos; que no objetivos, que la objetividad en prensa no existe. Delante de una agen dramática hay que reflexionar sobre su publicación, si no se cae en sensacionalismos o si se siembra el terror con esa foto; si cumple la función informativa que ha de ser indispensable, y otros factores. Otra cosa muy distinta es lo que tú has mencionado, los retoques de Photoshop. Aquí no se atiende a un código ético, sino que se desvirtúa y manipula la información, lo que es mucho más grave. Todo esto no decirte que la famosa fotografía del encuentro de Franco con Hitler en Hendaya era falsa. Esa foto es mentira, es un collage. Podría darte muchísos ejemplos. Para los fotomontajes están las páginas de opinión, no se puede engañar a los lectores.

 

Dicen que las cámaras las carga el Diablo…

 

Te contestaré con una frase de Eddie Adams: ‘Las cámaras son tan peligrosas que al igual que pueden crear un líder pueden destruir una vida’. Y sí, las carga el Diablo.

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