Una estudiante española residente en Berlín ha dado un paso adelante en la elinación de las barreras que existen entre la ciencia y la comunicación social. Con tan sólo 20 años, Silvia Arroyo Camejo ha escrito Skurrile Quantenwelt (El insólito mundo de lo cuántico), un compendio de 255 páginas sobre física cuántica. Su inminente publicación ha acaparado la atención diferentes medios alemanes como el semanario Der Spiegel y el dominical Welt am Sonntag.
Una estudiante española residente en Berlín ha dado un paso adelante en la elinación de las barreras que existen entre la ciencia y la comunicación social. Con tan sólo 20 años, Silvia Arroyo Camejo ha escrito Skurrile Quantenwelt (El insólito mundo de lo cuántico), un compendio de 255 páginas sobre física cuántica. Su inminente publicación ha acaparado la atención diferentes medios alemanes como el semanario Der Spiegel y el dominical Welt am Sonntag.
“A menudo se me pregunta qué diablo me aconsejó meterme en el tema de la física cuántica a los 17 años”, dice la autora en su prólogo. Más que responder a eso, Arroyo Camejo comenta cuáles no fueron sus motivaciones: ni el afán de notoriedad ni de dinero.
Al menos en lo que respecta a la notoriedad parece que erró el tiro. El libro no ha llegado aún a las librerías, pero la noticia del prodigio ha ocupado ya el semanario Der Spiegel, el dominical Welt am Sonntag y varios diarios de ámbito nacional o berlinés.
Silvia, quien el pasado octubre empezó sus estudios de Física en
Su estilo es sencillo y su aspecto no difiere de del cualquier estudiante de su edad, quizás con algún matiz “exótico español”, procedente de su padre, cirujano vascular, y su madre, profesora de idiomas.
Sus editores se frotan las manos a la espera de los preros resultados, tras la intensa labor difusora prestada hasta ahora los medios para una materia árida que no acostumbra precisamente a llamar la atención del gran público. De momento “El insólito mundo de los cuantos“, que este fin de semana sale a la venta, ya ocupa el número dos de la lista de libros encargados Intet a la librería virtual Amazon.
Ella, que se dice fascinada la física casi desde la tierna infancia, asegura asismo que nunca le atrajo ni la televisión ni la literatura de ficción, y alterna la notoriedad mediática con los paseos con su perra labrador, Lissy, y las clases de ballet.