¿Por qué duran tan poco los dircoms ministeriales?

Carmen Fontes (Asuntos Exteriores y Cooperación), José Luis Benito (Interior), Gonzalo Cortizo (Vivienda), Aurelio Romero y Antonio Torrejón (Fomento) han sido algunos de los profesionales que han abandonado la nave ministerial durante el últo año. Así mismo, no pocos han sido los cambios de personal en un departamento, el de comunicación, que aún no ha sabido abrirse camino entre la enmarañada burocracia estatal. Pero, ¿ qué se produce esta precariedad?

Carmen Fontes (Asuntos Exteriores y Cooperación), José Luis Benito (Interior), Gonzalo Cortizo (Vivienda),  Aurelio Romero y Antonio Torrejón  (Fomento) han sido algunos de los profesionales que han abandonado la nave ministerial durante el últo año. Así mismo, no pocos han sido los cambios de personal en un departamento, el de comunicación, que aún no ha sabido abrirse camino entre la enmarañada burocracia estatal. Pero, ¿ qué se produce esta precariedad?

PRComunicación se ha puesto en contacto con Casiro López, Secretario de la Asociación Nacional de Periodistas de la Administración Pública (ANPAP), para que valorara esta situación de volatilidad, y lo prero que sorprende de sus declaraciones es su denuncia ante la falta de transparencia comunicativa entre ministerios y asociaciones como la que él representa, puesto que en muchas ocasiones no se puede discernir quién es el auténtico responsable de comunicación de la Institución, debido a los vacíos legales al respecto (ser asesor de comunicación está mejor remunerado que ser jefe de prensa, ejemplo).  Por este motivo, una de las viejas aspiraciones de ANPAP es la creación de una entidad significativa para la comunicación institucional que cree la figura del Director General de Comunicación.

En otro orden de cosas, López detecta dos posibles explicaciones ante la ‘espantada’ de los Dircoms ministeriales: la prera, y quizás la más tante, es el alto contenido político plícito al nombramiento del responsable de comunicación, en el que interviene decisivamente la relación personal entre el nombrado y el Ministro con el que trabajará. Sin embargo, es precisamente esta relación personal la que termina minando el proyecto profesional, al sentirse desengañado el Dircom cuando sus planes de comunicación no son aplicados como él lo diseñó.

Una segunda razón estaría relacionada con la prera, y apuntaría directamente al intrusismo parte de periodistas que trabajan en empresas privadas, y que llegarían a la Administración vía Ministro. Esta práctica, presente en todos los gobiernos de la Democracia, sea cual fuere su color, se perfila como un arma de doble filo: un lado, el responsable del Ministerio incora a una persona de su confianza, pero al mismo tiempo, para esta persona, lo que se concebía como un reto, termina siendo una pesadilla al no estar familiarizada con la burocracia estatal, un muro difícilmente escalable.

En este sentido, durante los últos tiempos hemos sido testigos de la ‘fuga’ de los periodistas de las redacciones hacia cargos administrativos de responsabilidad: Gabriela Cañas (Directora Relaciones Internacionales La Moncloa, El País), José Lino Ventosinos (Dircom Ministerio de Agricultura, El País) o el propio predecesor de Cañas, Javier Valenzuela (El País), sin mencionar a otros más remotos como Gonzalo Cortizo (ex Dircom Ministerio Vivienda, Cadena Ser).

Por últo, el Secretario de ANPAP ha reafirmado las informaciones aparecidas en nuestro tal acerca del cambio de rol de la Secretaría de Estado de Comunicación desde la designación de Fernando Moraleda como máxo responsable de la misma, cuya principal misión sería quitar presión y evitar el desgaste de la Vicepresidenta I y Ministro Portavoz con vistas al sprint final hacia las elecciones legislativas que se celebrarán en 2.008.

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