El divorcio entre los sindicatos de Antena 3 y la Dirección se ha producido la tarde ayer. El Comité de Empresa ha convocado a dos jornadas de huelgas el próxo 28 y 29 de marzo, coincidiendo con la Junta de Accionistas del canal. En noviembre la Dirección de Antena 3 había mejorado su oferta, que los sindicatos siguen considerando insuficiente. El conflicto de fondo es el modelo de remuneraciones. Mientras la empresa propone ligar los salarios de algunos trabajadores a productividad, los sindicatos no renuncian a las pagas fijas incluidas en un Convenio Colectivo.
El divorcio entre los sindicatos de Antena 3 y
Las negociaciones se están realizando desde enero de 2005, sin lograr ningún acuerdo, aunque siempre con la voluntad de ambas partes de llegar a un acuerdo razonado. La últa oferta de la empresa realizada en noviembre establece una referencia del IPC real a la hora de marcar la subida salarial, discrinar positivamente los salarios más bajos y un plan de subidas mayores al IPC ligados a productividad en 150 puestos de trabajo.
Los sindicatos consideran que esta propuesta significa un cambio radical en el modelo de relación laboral con la empresa, que termina con las subidas salariales fijas establecidas en un convenio y las sustituye un plan de remuneraciones variables, “que no tiene un criterio definido ni para remuneraciones, ni para trabajadores eventualmente beneficiados”. Para los trabajadores, este modelo basado en los objetivos y en las relaciones individualizadas contraviene el principio básico de un Convenio Colectivo.
De esta manera, y ante la inamovilidad de la empresa, los sindicatos han decidido convocar a las huelgas los días 20 y 29 de marzo, coincidiendo con
En el centro del debate está el modelo de remuneración. La empresa apuesta una remuneración variable y así lo ha demostrado repartiendo gratificaciones extraordinarias en enero. Las gratificaciones que no incluyeron a los directivos se dividieron en tres tramos (lo que significó que el 60% de la plantilla recibió un cheque de 2.000 euros brutos, el 20% 3.000 euros y el resto, 1.000 euros brutos) y afectó a unos 1200 empleados, incluyendo a los trabajadores con contratos obra.
La empresa destinó el 1% del beneficio para esta gratificación aunque no especificó como se haría la diferenciación de los trabajadores para ingresar en los tramos correspondientes. Esta es precisamente la crítica de los sindicatos, que señalan que una futura paga incentivos puede discrinar a los trabajadores, ya que los criterios en base a los cuales se realizarían estos incentivos, no están establecidos la dirección.
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