Se cumplen dos años de los terribles atentados que sufrió la ciudad de Madrid el 11 de Marzo. Más de 190 muertos y más de mil heridos que todavía sienten la masacre como si fuera ayer. Miles de víctas que todavía no conocen la verdad, que todavía siguen luchando que se haga justicia, que todavía no han podido empezar de nuevo.
Cada día, los medios de Comunicación nos sorprenden con algún dato nuevo. El Mundo, entregas, intenta arrojar luz a un atentado que va más allá de las bombas y los muertos y mientras, la opinión pública española continúa estando en la más absoluta ignorancia. Cuando parece que sí… luego es que no… Cuando parece blanco… se ata un nuevo dato que lo transforma en negro… y seguos en las mismas, en una trama de grises y sombras que parece nunca se va a despejar. Hoy sale el sol pero mañana volverá a llover en Madrid.
La masacre del 11M no puede caer en el olvido, no se puede olvidar a sus víctas como se pretende olvidar a otras tantas víctas de otros terribles asesinatos. Por ello, esta semana se suceden los homenajes en
Lejos de las investigaciones, conspiraciones, comisiones y demás “ones”, la clase política española y la ciudadanía en general, olvidando sus inclinaciones ideológicas, o así debería ser, recordará el sufriento de una Ciudad en la que el 11 de marzo de 2004 se paralizaron los relojes y se congeló el tiempo. Ofrendas florales, manifestaciones de cariño, conciertos y un sin fin de actos que están programados para que ese día negro no caiga en el olvido. El lunes será otro día, comenzarán de nuevo el cruce de acusaciones, las tramas y las sospechas pero, este fin de semana lo único que tarán son ellos, las víctas. Se lo debemos.










