AGUIRRE, la ausencia en la FIESTA de AYALA

Francisco Ayala cumplía 100 años, fiesta todo lo alto en MADRID, no es para menos. Entre los asistentes a la celebración en la Biblioteca Nacional (reitero, en MADRID) sus Majestades los Reyes y numerosas personalidades del mundo de la política y la cultura. El Ministerio de Cultura lo organizó bien, pero Carmen Calvo pasó alto un “pequeñito” detalle: la invitación de Esperanza Aguirre, Presidenta de la Comunidad, insisto, de MADRID nunca llegó a correos.

Francisco Ayala cumplía 100 años, fiesta todo lo alto en MADRID, no es para menos. Entre los asistentes a la celebración en la Biblioteca Nacional (reitero, en MADRID) sus Majestades los Reyes y numerosas personalidades del mundo de la política y la cultura. El Ministerio de Cultura lo organizó bien, pero Carmen Calvo pasó alto un “pequeñito” detalle: la invitación de Esperanza Aguirre, Presidenta de la Comunidad, insisto, de MADRID nunca llegó a correos.

Es una pena que nadie se acordara, o mejor dicho, nadie se quisiera acordar de Aguirre, entre otras cosas que los bombones de esa inmensa caja que la presidenta envió al escritor podrían haber sido degustados los asistentes entre canapé y canapé y antes de esa tarta que, lo visto “debía ser del tamaño de una mesa camilla”, eso de que tenían que entrar una centena de velitas.

No es la prera vez que el Gobierno prescinde de Aguirre, a lo mejor tienen miedo de que “muerda de noche” como aseguró, desafortunadamente, el ministro de Defensa, José Bono, en la línea de comentarios a los que nos tiene acostumbrados… y es que “EJ que mucho habla, mucho jierra”, a ver si lo acaba entendiendo el ministro. Como iba diciendo, no es la prera vez. Los desplantes al Gobierno regional son muchos.

Se me viene a la cabeza, ejemplo, el acto de entrega de la Ley de Capitalidad de Madrid, al que Aguirre no podía asistir problemas de agenda y, en vez de buscar otro día, ya que la Comunidad era una de las firmantes de la Ley, Zapatero se frotó las manos que sabía que no iba a tener que escuchar las contundentes palabras del discurso de la presidenta. Pero si acaso, en Moncloa se negó la palabra al vicepresidente prero, Ignacio González, que sí acudió al Palacio de la Cuesta de las Perdices en representación de Aguirre, no fuera a ser que trajera el discurso de la presidenta bien aprendido.

En fin, que Ayala cumplió 100 años a medias, que “ni eran todos los que estaban ni estaban todos los que eran”, que los invitados se quedaron sin probar los bombones que la presidenta, y la Capital del España se quedó sin representación.

Seguiremos Opinando…