El 54% de los empleados, que fumaban en sus centros de trabajo, declaran haber trasladado el hábito a la calle en horario laboral, tras la entrada en vigor de la Ley Antitabaco. Cerca del 60% de estos fumadores descarta dejarlo y la mayoría, el 51%, opina que la alternativa empresarial debería ser facilitar minutos para fumar en la calle.
El 54% de los empleados, que fumaban en sus centros de trabajo, declaran haber trasladado el hábito a la calle en horario laboral, tras la entrada en vigor de
En el lado de los no fumadores, la mayoría se decanta las iniciativas de apoyo al abandono del tabaco parte de las compañías. Según datos recogidos en un estudio realizado ALTA GESTION, cerca del 50% de los no fumadores solicita a sus empresas la puesta en marcha de terapias de ayuda, frente a una actitud de vigilancia del cumpliento estricto de la ley. Incluso de forma espontánea (respuestas no sugeridas en el cuestionario), algunos de los no fumadores apuntan a la posibilidad de habilitar zonas para sus compañeros fumadores, una circunstancia que actualmente la ley no contempla.
Con todo, la actitud general de los fumadores es de rechazo a los métodos de apoyo para frenar el tabaquismo. Del 41% que se declara ex fumador desde la entrada en vigor de la ley, sólo un 7% recurrió a terapias psicológicas y un 16%, a medicación para dejar de fumar.
En cuanto a las valoraciones sobre
Entre los fumadores, las opiniones se concentran en considerar la ley demasiado estricta. Con anterioridad a su entrada en vigor, un 58% de los fumadores tenía el hábito de consumir en sus lugares de trabajo y el 41% de ellos, lo hacía con una frecuencia media de once a veinte cigarrillos.
La prohibición total actual, unida a la posibilidad de algunos trabajadores de salir a la calle, hace que en algunos casos el tabaquismo se refugie en lugares como los lavabos; un 16% de los encuestados declara seguir fumando en los baños de sus empresas.
En el desglose comunidades, donde mejor resulta valorada
Por edades, el tabaco encuentra sus mayores consumidores entre los 25 y 34 años y su frecuencia media es mayor a los once cigarrillos al día.