En la Tierra a miércoles, diciembre 17, 2025

Lea la entrevista inédita a Allende hecha por Saul Landau

SANTIAGO (06/04/06) Pese a que Salvador Allende no era proclive a conceder entrevistas a periodistas estadounidenses o británicos, en 1971 aceptó conversar con el documentalista norteamericano Saul Landau en el jardín de su casa de la capitalina calle Tomás Moro.

 

El golpe de Estado de 1973 sorprendió al investigador sin haber difundido ese material, que se mantuvo en el ámbito privado hasta que el diario chileno La Nación la publicara en septiembre de 2005 y la recogiera la revista de Intet La Factoría en su edición actual. Éste es el contenido de la conversación:

 

Presidente Allende: Usted sabe, yo soy médico, vine de provincia a estudiar a Santiago. Los estudiantes de provincia vivíamos muy modestamente en pensiones y, lógicamente, nos interesaba no sólo estudiar las materias con relación a las carreras que habíamos elegido. También nos preocupábamos de mirar, un poco más lejos de la universidad, la realidad de nuestro país, sobre todo de que el estudiante de medicina y el médico confrontasen hechos sociales muy claros. Nosotros entendos muy rápidamente que a mayor enfermedad, mayor pobreza, que a mayor pobreza, mayor enfermedad, un axioma que se repite inexorablemente. Ese problema nos llevó a reunirnos en las noches para analizar las distintas corrientes filosóficas. Leímos a los teóricos del marxismo, observamos lo que acontecía en el mundo, apreciamos la lucha de los pueblos, los países en vías de desarrollo, y siempre pensamos que el hombre debe tener una densión distinta, que los valores de la sociedad capitalista debían ser reemplazados otros. Por eso estudié, leí y fui fundador más tarde del Partido Socialista en 1937.

 

Saul Landau:  ¿Qué edad tenía usted en esa época?

PA: Debía tener 28 años cuando fundé el Partido Socialista, junto con otros compañeros. Además, a lo largo de toda mi vida y lo he dicho siempre, fui ministro de Estado, diputado, senador y presidente del Senado.

 

SL:  Ha estado involucrado en política desde hace bastante tiempo…

PA: Si, desde muy joven. Fui ministro a los 29 años en el gobierno del Frente Popular, uno de los tres que hubo en Chile en la época de Pedro Aguirre y era tan socialista como ahora. Ese frente estaba conformado radicales, socialistas, comunistas y prodemocráticos.

 

SL: ¿Ese fue el origen de la Unidad Popular?

PA: No, después esos partidos se separaron, pero es un antecedente muy tante, que fue Chile uno de los tres países donde hubo un Frente Popular. Si usted se acuerda, los otros países fueron España que terminó con la guerra civil, y Francia, con el Frente Popular dirigido   Léon Blum, que no dejó ningún recuerdo trascendente, el contrario.  Nosotros en Chile desarrollamos sobre todo a la clase obrera, a través de la Central Obrera de Trabajadores, para crear conciencia de su organización y darles a conocer sus derechos. Poco después creamos la Coración de Fomento base de la industria pesada de Chile de acero, petróleo y electricidad. Hicos una obra constructiva, en esa época se hablaba del Frente Popular como hoy se habla de la Unidad Popular.  Se aseguraba que íbamos a suprir las libertades, que sería el caos absoluto, el degüelle de la gente, y no ocurrió eso. Por el contrario, las más grandes manifestaciones religiosas se realizaron en la época del Frente Popular. También fue nominado el prer cardenal de la iglesia chilena petición expresa del presidente del Frente, Pedro Aguirre Cerda, que era el presidente de la República.

 

SL: ¿Usted sigue siendo un hombre utópico?

PA: ¡No! ¿Cómo utópico? Yo sigo defendiendo lo que he defendido durante veinte años como parlamentario socialista, y ser socialista no es ser utópico.

 

SL: Pero usted tiene una visión de una sociedad distinta en el futuro…

PA: Lógico, pero eso no se construye de la noche a la mañana. Para que un pueblo llegue a construir una sociedad distinta, se necesita un pueblo organizado y conciente.  Yo le he dicho muchas veces a la gente y a los estudiantes, que, para mí, no vale que un estudiante me diga que es dirigente de izquierda si es mal alumno, nosotros necesitamos buenos alumnos. Prero, que cumplan sus obligaciones, después tienen derecho a decir que son dirigentes políticos. También le he dicho a los obreros que hay que trabajar para producir más y mejor. En Chile tenemos que alcanzar un ingreso de dos mil dólares persona al año y para eso tenemos que producir más. Los pueblos sólo progresan trabajando y produciendo más, claro que es diferente trabajar para una minoría que para un país. Los obreros del carbón están produciendo  3.800 toneladas de mineral al día, pero tienen que producir 4.700, y para eso tienen que trabajar más, que si no la empresa no puede defenderse. En el acero estamos produciendo 700.000 toneladas, pero hay que llegar de aquí a dos años a dos millones de toneladas. En el cobre producos alrededor de 750.000 toneladas, sin embargo hay que elevar la producción a 1,2 millones de toneladas.

 

SL: ¿Usted cree que el pueblo ha respondido a esos objetivos?

PA: Bueno, ahora soy más popular que antes, que cumplos con lo prometido y, además, lo explicamos y dialogamos con el pueblo. Yo no estoy metido en la oficina de La Moneda, yo hablo con los campesinos, con los trabajadores del cobre, del carbón, con los estudiantes, con las dueñas de casa, voy a las poblaciones. En las calles la gente me saluda, ando en mi auto particular. Entonces la gente ve una cosa distinta.  En Valparaíso, todos los días, a la salida de la oficina de Gobierno de la Intendencia hay entre 400 y 500 personas, esperando a veces dos horas para poder saludarme, y en esta época de verano hay turistas de otros países y se sorprenden con un presidente al que se le puede dar la mano y conversar. Así es, que yo no ando rodeado de carabineros, ni con tanques. La gente puede llegar hacia donde estoy, y yo tengo el agrado de poder saludarlos… Claro que no me puedo pasar el día saludando gente (risas).

 

SL: ¿Cómo se mantiene hoy la coalición en la Unidad Popular?

PA: Bien, que hay un programa que nos une, que es diferente a lo que nos propusos hace 30 años.

 

SL: ¿Qué conflictos hay en la coalición y cómo se resuelven?

PA: No hay ningún conflicto serio, sólo apreciaciones con respecto a la práctica, que no nos hemos salido en absoluto del programa de la Unidad Popular. Los parlamentarios radicales han hecho observaciones respecto a un funcionario de una provincia que tiene un criterio determinado sobre cómo debe hacerse la reforma agraria.  También han dicho que en determinados sectores de Chile, grupos que no son de la Unidad Popular, estarían estulando la toma de predios agrícolas más pequeños de la cabida que la ley establece, como derecho de los propietarios que trabajan en sus tierras. Pero usted comprende que eso no se puede decir que es una norma. Además, nosotros, y yo personalmente, hemos establecido que la reforma agraria la haremos dentro de la ley de la reforma, y de ninguna manera vamos ha aceptar que se proceda en forma arbitraria.

 

SL: ¿Estos súbditos son izquierdistas independientes?

PA: Hay que considerar dos cosas: pueden ser grupos de izquierda que no han madurado políticamente o bien campesinos, o en el caso de Cautín, mapuches a quienes sus tierras fueron robadas hace muchos años, que han vivido con media hectárea.  Ellos son considerados una raza desconocida, negada, degradada física y moralmente y una serie de factores que influyen. Usted entiende que para ellos se abre una posibilidad, y cuando se tiene hambre a veces es muy difícil razonar, sobre todo cuando no se tiene una cultura con un nivel político, cuando se les ha hecho promesas más de un siglo, y sus abuelos, y sus padres y ellos han sido frustrados y negados. Lógicamente, esa gente está apremiada una realidad brutal, que es comer para vivir todos los días.  Pero de ahí a creer que hay un cla que provocará un caos, no. Prero, que nosotros tenemos autoridad, no sólo de la que emana de la ley, sino la autoridad moral, la influencia que tiene el moviento popular, y la que tengo yo personalmente. Usted lo ha visto y lo sabe, que ha estado en actos públicos.

 

SL: ¿Cómo van a mantener ellos solos su propia cultura?

PA: Nosotros consideramos que los problemas de los mapuches no pueden solucionarse sólo en función de la reforma agraria. Aquí hay un problema antropológico cultural, de raza. Nosotros hemos mandado allá no sólo al ministro de Agricultura, sino también médicos, pedagogos, antropólogos, sociólogos.  Pero esto no es un problema de un día, será un problema de muchos años, que hoy el mapuche es considerado frente a la ley como un niño sin derechos y esa situación no puede variar de la noche a la mañana. Necesitamos el tiempo suficiente para borrar del espíritu de esa gente lo que ha estado sucediendo con ellos más de cien años.

 

SL: ¿Ellos se diferencian de los chilenos?

PA: Evidente. Ellos nos llaman “huincas”, pero no es un problema que pueda decir que es agobiante para Chile, es un problema tante, pero no agobiante.

 

SL: ¿Prevé obstáculos en el camino hacia el socialismo en Chile?

PA: Claro. Evidentemente, nuestro camino es mucho más difícil que está dentro de la Constitución de la ley. Aquí hay un Congreso y aceptamos lo que resuelva en cuanto a los proyectos de ley. Es mucho más difícil llegar al socialismo a través de los cauces legales que hay posibilidades de resistencia mayores que si se hubiera llegado el camino de la toma del poder. Nosotros tenemos que responder nuestros actos frente al Congreso, en donde no tenemos mayoría; hay un poder judicial autónomo que puede dictaminar sus fallos, que a veces dificultan la tarea del gobierno popular. Sin embargo, estamos caminando dentro de las posibilidades y esperamos alcanzar el socialismo, pero no de la noche a la mañana, eso no se pone decreto. Por eso, el programa de la Unidad Popular establece la existencia de tres áreas: economía social, el área mixta con capitales del Estado y privados y el área privada. Como Gobierno hemos dicho que tenemos que pulsar el área social del Estado, que ahí están los elementos esenciales y básicos del desarrollo económico, las riquezas fundamentales de Chile: el cobre, el hierro, el salitre. Este país ya tiene algunas industrias tantes, como la empresa de electricidad, la Empresa Nacional del Petróleo. Además, se ha nacionalizado el carbón, el acero, pero sin dificultades les compramos las acciones a los americanos en el caso del hierro y a chilenos en el caso del carbón.

 

También, hemos expropiado algunas industrias, especialmente, las que trabajan hilandería y tejido, que no cumplían con la ley, no pagaban los salarios, que habían cerrado el 80% de su capacidad de producción, creando un problema social muy serio. Vamos a llegar a un acuerdo con los inversionistas extranjeros, ellos saben que les conviene más que a nadie llegar a un acuerdo con nosotros, que taron maquinaria que dijeron que era de prera y resultó ser de segunda, lo que cometieron un fraude aduanero. Esta situación no la puede aceptar ningún país del mundo. Entonces, si Estados Unidos defiende su país ¿ qué nosotros no podemos hacer lo mismo? Nosotros queremos que se respeten los mismos derechos, nada más.

 

SL: Usted habla de la reforma agraria y hay muchas personas que dicen que es el proyecto más tante de la Unidad Popular ¿Es así?

PA: La reforma agraria forma parte de un plan del desarrollo económico y social de Chile, pero es tante, que este país tiene tierras que permitirían alentar, no a diez millones, sino a 20 o 25 millones de habitantes.  Sin embargo, Chile es un país que tiene que tar todos los años ca, trigo, grasa, mantequilla, aceite, un valor de 140 millones de dólares al año. Entonces, ¿cómo es posible? Además, el 47% de la población está subalentada.  Yo soy médico, usted lo sabe, lo he dicho. Hoy en Chile hay 600.000 niños retrasados mentales que no se alentaron lo suficiente los preros ocho meses de su vida, que no recibieron las proteínas necesarias. De ahí nació el medio litro de leche, que no es la opción definitiva, pero es un ate, es algo positivo.  Pero la reforma agraria es parte de un proceso que tiene como base central recuperar las riquezas fundamentales de Chile para los chilenos, no se trata de apropiarse o de usurpar a las compañías dueñas del cobre, sino de decir: “Bueno señores, ¿cuánto han invertido en estas compañías y cuánto provecho han sacado?”.  Yo le puedo confirmar que en 42 años estas compañías se han llevado de Chile 3.800 millones de dólares, con un ate inicial de diez millones de dólares aproxadamente. Cálculos no exagerados establecen que de Chile han salido en 60 años 9.800 millones de dólares.  Es decir, el valor total del capital social de este país acumulado en 400 años. ¡Un Chile ha salido nuestras fronteras!

 

Es ello que nosotros planteamos el derecho a nacionalizar nuestras riquezas, que además hemos sido extadores de materias pras y usted sabe lo que ha pasado en el mercado internacional. Hoy, para comprar lo mismo que se compraba hace 10 años, tenemos que entregar mucha más materia pra, somos países que vendemos barato y compramos caro, que pagamos los artículos manufacturados de países donde la gente tiene un nivel muy alto. Lo que queremos hacer es aprovechar los excedentes de la economía chilena para desarrollar nuestra propia economía y poder solucionar los problemas esenciales.  Yo fui ministro de Salud Pública en el Gobierno de Pedro Aguirre, en 1940. Allí hice la prera exposición de la vivienda en este país. En esa otunidad, técnicos, ingenieros y arquitectos señalaron que en Chile faltaban 320.000 viviendas. Han pasado 31 años y hoy faltan 440.000 viviendas el aumento vegetativo de la población. Lo mismo ocurre en educación, en salud, en el trabajo, y ningún gobierno ha sido capaz de solucionar los problemas esenciales del pueblo. Pero eso también ocurre en América Latina, en gobiernos democráticos o dictatoriales. Yo creo que todos los presidentes quieren dar trabajo y no pueden. Yo me agino que todos los presidentes quisieran que todos pudieran comer y no pueden. Con la educación pasa lo mismo. Entonces hay que preguntarse, ¿ qué no se puede?

 

SL: ¿A qué se refiere cuando habla de perialismo?

PA: Nuestra lucha no es contra el pueblo, sino con un sector de Estados Unidos. Acuérdese cuando Kennedy atajó el alza del acero, la influencia que tuvieron los petroleros en su país. El pueblo americano es otra cosa, nosotros estamos actuando dentro de la ley.

 

SL: Las compañías de cobre norteamericanas han sacado mucho mineral. ¿Cuándo piensa terminar con la expropiación?

PA: Cuando salga la ley nosotros aplicaremos lo que el Senado dictamine y, de acuerdo con esas atribuciones, haremos la nacionalización y pagaremos indemnizaciones estudiando cada caso y además formaré un tribunal ante el cual puedan apelar las compañías y la Controlaría General de la República será la que fije la indemnización. O sea, las más altas expresiones de nuestra organización jurídica.

 

SL: ¿El Gobierno de Estados Unidos ha realizado presiones?

PA: No, ninguna. Nosotros hemos oído la opinión del señor Nixon, pero es una opinión y comprendemos que no esté muy agradado, pero nosotros somos partidarios de que los pueblos tengan el gobierno que deseen y de la no intervención y la autodeterminación. Como hemos visto, hay una campaña internacional muy seria, que evidentemente está radicada en Estados Unidos, donde se publican artículos absolutamente infundados respecto a Chile.

 

SL: ¿Por ejemplo?

PA: Que aquí no hay libertad de prensa. ¿Y usted, ejemplo? Usted está en Chile hace cuatro meses y habrá visto que hay la más amplia e irrestricta libertad periodística y ha visto cómo se nos ataca, cómo los diarios publican lo que se les ocurre, no sólo para apreciar situaciones políticas, si no para referirse a actitudes, hechos, inclusive la vida particular de uno.  El Mercurio es el diario más poderoso de los sectores oligárquicos.  Usted ve a la Democracia Cristiana con la prensa la tarde. En los diarios de provincia el 80 ciento está en manos de los sectores derechistas y, sin embargo, siguen saliendo sin problemas. ¿Cuántas revistas hay en Chile? Y ninguna de ellas pertenece a la izquierda.  El presidente de la Asociación Nacional de la Prensa en Chile, el señor Germán Picó, que es el dueño del diario La Tercera, dijo que no hay presión, no hay amenaza, no hay coacción frente a la prensa. Entonces, qué valor va a tener lo que dicen los señores de la CIA.   El señor Agustín Edwards debería estar en Chile para responder ante la justicia lo que ha hecho su banco. Nosotros les retiramos los libros a El Mercurio, sí señor, para ver si cumplían las leyes tributarias.

 

En Estados Unidos hacen lo mismo ¿verdad? y resulta que le estaban debiendo a la Tesorería Provincial de Santiago 5.400 millones de pesos. Les vamos a dar facilidades para que paguen, pero las mismas que tiene el resto de la gente, y si no los paga les vamos ha aplicar la ley.  El Mercurio representa los intereses de los bancos, de los monopolios y ese diario es el principal accionista del Banco Edwards. Además, ese banco ha comprometido el crédito de Chile.  También es garante de operaciones al margen de la ley y a espaldas del Banco Central el doble del capital que tiene el banco. Nosotros no hemos perseguido al banco, es el banco el que nos ha obligado a exigir que cumplan la ley. Si ellos cumplieran con la ley no hubiera pasado nada. Pero nosotros, como Unidad Popular, no hemos hecho nada ilegal.

 

SL: Quisiera saber de sus reuniones con Fidel Castro.

PA: Fidel Castro es un hombre que tiene un gran sentido de la autocrítica y respeta a sus amigos políticos. No va a mandar recetas, ni tampoco yo soy hombre que las reciba. Ello no significa que yo no pueda aprovechar la experiencia vivida los cubanos, pero de ahí a mandarme una carta para decirme no haga esto o aquello, jamás.  Cada país tiene su realidad y sus dirigentes y de acuerdo a esa realidad será la táctica que utilicen los dirigentes. Yo he ido muchas veces a Cuba y he conversado muchas veces con Fidel Castro, conocí bastante al comandante Esto Guevara, conozco a los dirigentes cubanos y su lucha, sé lo difícil que ha sido vencer el bloqueo.  Pero la realidad de Cuba es muy distinta a la chilena. Cuba venía de una dictadura, yo llegue a la presidencia después de ser 25 años senador.  Tengo una experiencia que la estoy poniendo al servicio de un camino chileno, para los problemas de Chile, nosotros aprovecharemos siempre la experiencia venga de donde venga, pero adecuándola a nuestra realidad. Nosotros no somos colonos mentales de nadie.

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