SANTIAGO (06/04/06) Pese a que Salvador Allende no era proclive a conceder entrevistas a periodistas estadounidenses o británicos, en 1971 aceptó conversar con el documentalista norteamericano Saul Landau en el jardín de su casa de la capitalina calle Tomás Moro.
El golpe de Estado de 1973 sorprendió al investigador sin haber difundido ese material, que se mantuvo en el ámbito privado hasta que el diario chileno
Presidente Allende: Usted sabe, yo soy médico, vine de provincia a estudiar a Santiago. Los estudiantes de provincia vivíamos muy modestamente en pensiones y, lógicamente, nos interesaba no sólo estudiar las materias con relación a las carreras que habíamos elegido. También nos preocupábamos de mirar, un poco más lejos de la universidad, la realidad de nuestro país, sobre todo de que el estudiante de medicina y el médico confrontasen hechos sociales muy claros. Nosotros entendos muy rápidamente que a mayor enfermedad, mayor pobreza, que a mayor pobreza, mayor enfermedad, un axioma que se repite inexorablemente. Ese problema nos llevó a reunirnos en las noches para analizar las distintas corrientes filosóficas. Leímos a los teóricos del marxismo, observamos lo que acontecía en el mundo, apreciamos la lucha de los pueblos, los países en vías de desarrollo, y siempre pensamos que el hombre debe tener una densión distinta, que los valores de la sociedad capitalista debían ser reemplazados otros. Por eso estudié, leí y fui fundador más tarde del Partido Socialista en 1937.
Saul Landau: ¿Qué edad tenía usted en esa época?
PA: Debía tener 28 años cuando fundé el Partido Socialista, junto con otros compañeros. Además, a lo largo de toda mi vida y lo he dicho siempre, fui ministro de Estado, diputado, senador y presidente del Senado.
SL: Ha estado involucrado en política desde hace bastante tiempo…
PA: Si, desde muy joven. Fui ministro a los 29 años en el gobierno del Frente Popular, uno de los tres que hubo en Chile en la época de Pedro Aguirre y era tan socialista como ahora. Ese frente estaba conformado radicales, socialistas, comunistas y prodemocráticos.
SL: ¿Ese fue el origen de
PA: No, después esos partidos se separaron, pero es un antecedente muy tante, que fue Chile uno de los tres países donde hubo un Frente Popular. Si usted se acuerda, los otros países fueron España que terminó con la guerra civil, y Francia, con el Frente Popular dirigido Léon Blum, que no dejó ningún recuerdo trascendente, el contrario. Nosotros en Chile desarrollamos sobre todo a la clase obrera, a través de
SL: ¿Usted sigue siendo un hombre utópico?
PA: ¡No! ¿Cómo utópico? Yo sigo defendiendo lo que he defendido durante veinte años como parlamentario socialista, y ser socialista no es ser utópico.
SL: Pero usted tiene una visión de una sociedad distinta en el futuro…
PA: Lógico, pero eso no se construye de la noche a la mañana. Para que un pueblo llegue a construir una sociedad distinta, se necesita un pueblo organizado y conciente. Yo le he dicho muchas veces a la gente y a los estudiantes, que, para mí, no vale que un estudiante me diga que es dirigente de izquierda si es mal alumno, nosotros necesitamos buenos alumnos. Prero, que cumplan sus obligaciones, después tienen derecho a decir que son dirigentes políticos. También le he dicho a los obreros que hay que trabajar para producir más y mejor. En Chile tenemos que alcanzar un ingreso de dos mil dólares persona al año y para eso tenemos que producir más. Los pueblos sólo progresan trabajando y produciendo más, claro que es diferente trabajar para una minoría que para un país. Los obreros del carbón están produciendo 3.800 toneladas de mineral al día, pero tienen que producir 4.700, y para eso tienen que trabajar más, que si no la empresa no puede defenderse. En el acero estamos produciendo 700.000 toneladas, pero hay que llegar de aquí a dos años a dos millones de toneladas. En el cobre producos alrededor de 750.000 toneladas, sin embargo hay que elevar la producción a 1,2 millones de toneladas.
SL: ¿Usted cree que el pueblo ha respondido a esos objetivos?
PA: Bueno, ahora soy más popular que antes, que cumplos con lo prometido y, además, lo explicamos y dialogamos con el pueblo. Yo no estoy metido en la oficina de
SL: ¿Cómo se mantiene hoy la coalición en
PA: Bien, que hay un programa que nos une, que es diferente a lo que nos propusos hace 30 años.
SL: ¿Qué conflictos hay en la coalición y cómo se resuelven?
PA: No hay ningún conflicto serio, sólo apreciaciones con respecto a la práctica, que no nos hemos salido en absoluto del programa de
SL: ¿Estos súbditos son izquierdistas independientes?
PA: Hay que considerar dos cosas: pueden ser grupos de izquierda que no han madurado políticamente o bien campesinos, o en el caso de Cautín, mapuches a quienes sus tierras fueron robadas hace muchos años, que han vivido con media hectárea. Ellos son considerados una raza desconocida, negada, degradada física y moralmente y una serie de factores que influyen. Usted entiende que para ellos se abre una posibilidad, y cuando se tiene hambre a veces es muy difícil razonar, sobre todo cuando no se tiene una cultura con un nivel político, cuando se les ha hecho promesas más de un siglo, y sus abuelos, y sus padres y ellos han sido frustrados y negados. Lógicamente, esa gente está apremiada una realidad brutal, que es comer para vivir todos los días. Pero de ahí a creer que hay un cla que provocará un caos, no. Prero, que nosotros tenemos autoridad, no sólo de la que emana de la ley, sino la autoridad moral, la influencia que tiene el moviento popular, y la que tengo yo personalmente. Usted lo ha visto y lo sabe, que ha estado en actos públicos.
SL: ¿Cómo van a mantener ellos solos su propia cultura?
PA: Nosotros consideramos que los problemas de los mapuches no pueden solucionarse sólo en función de la reforma agraria. Aquí hay un problema antropológico cultural, de raza. Nosotros hemos mandado allá no sólo al ministro de Agricultura, sino también médicos, pedagogos, antropólogos, sociólogos. Pero esto no es un problema de un día, será un problema de muchos años, que hoy el mapuche es considerado frente a la ley como un niño sin derechos y esa situación no puede variar de la noche a la mañana. Necesitamos el tiempo suficiente para borrar del espíritu de esa gente lo que ha estado sucediendo con ellos más de cien años.
SL: ¿Ellos se diferencian de los chilenos?
PA: Evidente. Ellos nos llaman “huincas”, pero no es un problema que pueda decir que es agobiante para Chile, es un problema tante, pero no agobiante.
SL: ¿Prevé obstáculos en el camino hacia el socialismo en Chile?
PA: Claro. Evidentemente, nuestro camino es mucho más difícil que está dentro de
También, hemos expropiado algunas industrias, especialmente, las que trabajan hilandería y tejido, que no cumplían con la ley, no pagaban los salarios, que habían cerrado el 80% de su capacidad de producción, creando un problema social muy serio. Vamos a llegar a un acuerdo con los inversionistas extranjeros, ellos saben que les conviene más que a nadie llegar a un acuerdo con nosotros, que taron maquinaria que dijeron que era de prera y resultó ser de segunda, lo que cometieron un fraude aduanero. Esta situación no la puede aceptar ningún país del mundo. Entonces, si Estados Unidos defiende su país ¿ qué nosotros no podemos hacer lo mismo? Nosotros queremos que se respeten los mismos derechos, nada más.
SL: Usted habla de la reforma agraria y hay muchas personas que dicen que es el proyecto más tante de
PA: La reforma agraria forma parte de un plan del desarrollo económico y social de Chile, pero es tante, que este país tiene tierras que permitirían alentar, no a diez millones, sino a 20 o 25 millones de habitantes. Sin embargo, Chile es un país que tiene que tar todos los años ca, trigo, grasa, mantequilla, aceite, un valor de 140 millones de dólares al año. Entonces, ¿cómo es posible? Además, el 47% de la población está subalentada. Yo soy médico, usted lo sabe, lo he dicho. Hoy en Chile hay 600.000 niños retrasados mentales que no se alentaron lo suficiente los preros ocho meses de su vida, que no recibieron las proteínas necesarias. De ahí nació el medio litro de leche, que no es la opción definitiva, pero es un ate, es algo positivo. Pero la reforma agraria es parte de un proceso que tiene como base central recuperar las riquezas fundamentales de Chile para los chilenos, no se trata de apropiarse o de usurpar a las compañías dueñas del cobre, sino de decir: “Bueno señores, ¿cuánto han invertido en estas compañías y cuánto provecho han sacado?”. Yo le puedo confirmar que en 42 años estas compañías se han llevado de Chile 3.800 millones de dólares, con un ate inicial de diez millones de dólares aproxadamente. Cálculos no exagerados establecen que de Chile han salido en 60 años 9.800 millones de dólares. Es decir, el valor total del capital social de este país acumulado en 400 años. ¡Un Chile ha salido nuestras fronteras!
Es ello que nosotros planteamos el derecho a nacionalizar nuestras riquezas, que además hemos sido extadores de materias pras y usted sabe lo que ha pasado en el mercado internacional. Hoy, para comprar lo mismo que se compraba hace 10 años, tenemos que entregar mucha más materia pra, somos países que vendemos barato y compramos caro, que pagamos los artículos manufacturados de países donde la gente tiene un nivel muy alto. Lo que queremos hacer es aprovechar los excedentes de la economía chilena para desarrollar nuestra propia economía y poder solucionar los problemas esenciales. Yo fui ministro de Salud Pública en el Gobierno de Pedro Aguirre, en 1940. Allí hice la prera exposición de la vivienda en este país. En esa otunidad, técnicos, ingenieros y arquitectos señalaron que en Chile faltaban 320.000 viviendas. Han pasado 31 años y hoy faltan 440.000 viviendas el aumento vegetativo de la población. Lo mismo ocurre en educación, en salud, en el trabajo, y ningún gobierno ha sido capaz de solucionar los problemas esenciales del pueblo. Pero eso también ocurre en América Latina, en gobiernos democráticos o dictatoriales. Yo creo que todos los presidentes quieren dar trabajo y no pueden. Yo me agino que todos los presidentes quisieran que todos pudieran comer y no pueden. Con la educación pasa lo mismo. Entonces hay que preguntarse, ¿ qué no se puede?
SL: ¿A qué se refiere cuando habla de perialismo?
PA: Nuestra lucha no es contra el pueblo, sino con un sector de Estados Unidos. Acuérdese cuando Kennedy atajó el alza del acero, la influencia que tuvieron los petroleros en su país. El pueblo americano es otra cosa, nosotros estamos actuando dentro de la ley.
SL: Las compañías de cobre norteamericanas han sacado mucho mineral. ¿Cuándo piensa terminar con la expropiación?
PA: Cuando salga la ley nosotros aplicaremos lo que el Senado dictamine y, de acuerdo con esas atribuciones, haremos la nacionalización y pagaremos indemnizaciones estudiando cada caso y además formaré un tribunal ante el cual puedan apelar las compañías y
SL: ¿El Gobierno de Estados Unidos ha realizado presiones?
PA: No, ninguna. Nosotros hemos oído la opinión del señor Nixon, pero es una opinión y comprendemos que no esté muy agradado, pero nosotros somos partidarios de que los pueblos tengan el gobierno que deseen y de la no intervención y la autodeterminación. Como hemos visto, hay una campaña internacional muy seria, que evidentemente está radicada en Estados Unidos, donde se publican artículos absolutamente infundados respecto a Chile.
SL: ¿Por ejemplo?
PA: Que aquí no hay libertad de prensa. ¿Y usted, ejemplo? Usted está en Chile hace cuatro meses y habrá visto que hay la más amplia e irrestricta libertad periodística y ha visto cómo se nos ataca, cómo los diarios publican lo que se les ocurre, no sólo para apreciar situaciones políticas, si no para referirse a actitudes, hechos, inclusive la vida particular de uno. El Mercurio es el diario más poderoso de los sectores oligárquicos. Usted ve a
En Estados Unidos hacen lo mismo ¿verdad? y resulta que le estaban debiendo a
SL: Quisiera saber de sus reuniones con Fidel Castro.
PA: Fidel Castro es un hombre que tiene un gran sentido de la autocrítica y respeta a sus amigos políticos. No va a mandar recetas, ni tampoco yo soy hombre que las reciba. Ello no significa que yo no pueda aprovechar la experiencia vivida los cubanos, pero de ahí a mandarme una carta para decirme no haga esto o aquello, jamás. Cada país tiene su realidad y sus dirigentes y de acuerdo a esa realidad será la táctica que utilicen los dirigentes. Yo he ido muchas veces a Cuba y he conversado muchas veces con Fidel Castro, conocí bastante al comandante Esto Guevara, conozco a los dirigentes cubanos y su lucha, sé lo difícil que ha sido vencer el bloqueo. Pero la realidad de Cuba es muy distinta a la chilena. Cuba venía de una dictadura, yo llegue a la presidencia después de ser 25 años senador. Tengo una experiencia que la estoy poniendo al servicio de un camino chileno, para los problemas de Chile, nosotros aprovecharemos siempre la experiencia venga de donde venga, pero adecuándola a nuestra realidad. Nosotros no somos colonos mentales de nadie.










