Han pasado tres años desde que José Couso y Julio A. Parrado muriesen en Irak, víctas de una guerra en la que trabajaban voluntad propia. Estos días se han realizado diferentes homenajes para mantener vivo su recuerdo, aunque aún quedan muchas interrogantes respecto de las circunstancias en que murieron. Mientras los familiares de José Couso llevarán su caso al Constitucional Europeo, que nadie en España ni en EEUU les ha dado una respuesta, Julio A Parrado sigue siendo un claro ejemplo de la indefensión en la que se encuentran algunos corresponsales de guerra.
Este fin de semana hemos visto un sentido homenaje en Córdoba, su ciudad natal, que ha puesto punto y final a las actividades celebradas en memoria de Julio A. Parrado, el periodista de El Mundo, hace tres años, murió al sur de Bagdad alcanzado un misil cuando cubría la guerra de Irak ’empotrado’ en las tropas de EEUU. Organizado el Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPA) en Córdoba, el homenaje comenzó con una ofrenda floral, que se repitió también en la plaza José Couso, que el Ayuntamiento de Córdoba dedicó también al periodista de Telecinco asesinado un día después.
Ésta fue la últa de una serie de actividades que han tenido lugar esta semana en Córdoba en memoria del periodista. El martes, el SPA y el Ayuntamiento de la ciudad anunciaban la creación de un premio de periodismo con su nombre. El galardón distinguirá “a aquellos profesionales del periodismo que en su labor profesional sean referentes en la apuesta la paz”, según explicó la alcaldesa de la ciudad, Rosa Aguilar.
La muerte de Julio A. Parrado fue un claro ejemplo de la indefensión en que se encuentran algunos corresponsales al realizar su trabajo en zonas de riesgo. Julio Parrado, a pesar de hacer informaciones para El Mundo, no estaba contratado la empresa y tenía un seguro de vida particular. Es decir, al morir, Parrado y su familia tuvieron que correr con los gastos, y aunque recibieron apoyos, el profesional nunca tuvo una empresa periodística detrás, que le procionara seguridad a todo riesgo. Lamentablemente el caso de Parrado, se repite muchas veces en la prensa española.
El caso de José Couso es diferente, pero ello no menos preocupante. Tres años después de su muerte a manos de un misil de tropas estadounidense, ni
Permuy hizo estas declaraciones durante una mesa redonda organizada
Hasta el momento, ni el Gobierno Español, ni el estadounidense han dado respuestas, a pesar de que los responsables de atacar el Hotel Palestina se encuentran identificados. La familia de Couso y sus amigos, siguen pidiendo una Justicia que sigue tardando demasiado tiempo en lllegar.
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