Los españolitos erre que erre con los puentes y las vacaciones. ¡Qué barbaridad! Casi 20 millones se han movido esta Semana Santa y la mayoría de las grandes ciudades. ¡Huyen, como si hubiese peste!… y la carretera aplaudiendo que su hucha se llena de muertos y heridos. No hay quien lo entienda. Estamos todos locos. Más locos que aquellos cristianos que se iban a las Cruzadas y allí se quedaban bajo tierra.
Antes se decía “De Madrid al cielo” en el sentido de gloria, de placer, de alegría, que después de vivir o conocer la capital de España ya no habría cosa más grande conocer. Hoy ya no se dice lo mismo. Estos días han muerto más de 30 madrileños y más de 300 están todavía en los hospitales. O sea, que de Madrid al cielo sí, pero a 200 hora. Y la verdad es que muchos millones que se gasten en publicidad no se va a detener la sangría. No sabe el Director General de Tráfico y los responsables autonómicos que el español será siempre rebelde a las “prohibiciones”. Esos millones que se gastan en ágenes de muerte y coches destrozados los podían repartir como premio a los que volviesen vivos. ¡Qué perra el español se mata! Y los fabricantes construyendo cada día coches más rápidos. Yo premiaría a los que se desplazasen a caballo… aunque con la fiebre del puente ni eso.










