A pesar de la crisis provocada la no retransmisión del evento, la escuela de cine de
Reteros persiguiendo a presentadores. Presentadores que huían de los focos para dar unas cuantas caladas furtivas al estigmatizado cigarrillo. Rivales que se abrazan, dejando claro que los negocios y el placer no deben mezclarse. Amigos que se reencuentran… Éstas son algunas de las frases que podrían marcar la ceremonia de entrega de los Premios de
Algunos, como si no fuera la cosa con ellos, hicieron lo que se les encomendó y se marcharon la puerta atrás. Otros, en cambio, prefirieron no hacer declaraciones al considerar que no era el momento más adecuado. Los más, atendieron sin estu a la avalancha de compañeros que se turnaban pacíficamente para conseguir el tan ansiado canutazo o la instantánea de aquél que iba con su novia, pero que se comtaba como si fuera un amor furtivo del que no debería haber testigos…
Entre los triunfadores, destaca el crisol de estilos, edades y repertorios de los que ha hecho gala esta edición de los premios: los ojos saltones de Eva Hache (mejor comunicadora de entreteniento), la perilla de Buenafuente (mejor comunicador de entreteniento), Ana Blanco y su inmaculado peinado (mejor comunicadora de programa informativo) o la serenidad de Matías Prats (mejor comunicador de programa informativo) fueron los nombres de una gala que también supo premiar a las producciones más modestas, como Madrid Directo o Cifras y Letras, entre otros.
Al finalizar, todos contentos: vencedores y vencidos se tomaron unas cervecitas y disfrutaron de la noche madrileña. Y todo ello con Paloma Gómez Borrero, recién llegada de Roma…
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