Son odiosas, pero no lo que ellas se creen. No que del amor al odio haya un paso y ellas hayan despertado pasiones. Son odiosas su obviedad, que son vulgares, repetitivas, que pese a que supuestamente corresponden a perfiles distintos, al final son tan iguales que da risa pensar que se creen diferentes.
La intelectual en vez de jugar con la literatura de Borges prefiere hacerlo con calvas como la de Duran i Lleida, la ninfómana se cree que tocando el culo a un famoso será capaz de establecer complicidades con alguna telespectadora, la oriental piensa que los occidentales consideramos que su cultura es más de “colgados” que de gentes profundas y así hasta completar ese ramillete de siete “ángeles” a los que ningún Charlie querría para sí y con los que se tiene que quedar una tal Ana Lógica, de cuya voz se desprende que su nombre se debe sólo a un juego de palabras en el que, la que corresponde a su apellido, precisamente, brilla su ausencia.
Lo peor de todo, no es que en el guión de sitcom que precede a sus retajes se establezca una rivalidad infantil entre ellas, o que su entrevista hubiera suspendido un examen de entrada a la facultad de periodismo, lo más terrible es que el programa es muy, muy aburrido y que los retajes de las chicas son muy malos, muy evidentes y muy propios de quienes no son profesionales.
Se ve que alguien creyó que un programa de mujeres se tenía que hacer con tías buenas y cachondas y que era preferible que tuvieran dos buenas piernas sobre las que sujetar una minifalda bien corta, antes que hubieran hecho una carrera universitaria, ejemplo.
Habría que recordarles a los creadores de este programa que hay muchas mujeres en el mundo que, son guapas y espléndidas o no y que además pueden ser brillantes, cultas y preparadas o no serlo. Y que pretender que a las rubias se lo repiten todo dos veces en el siglo XXI –era un gag del guión es como volver al tiempo de los dinosaurios.
Además, debo decir que el programa no es una copia de CQC, que mucho que se pongan como se pongan los argentinos, en televisión está todo inventado y aunque les siente mal, ya son muchas las reteras que salen a la calle con micrófonos y descaro en la mano, lo que parece, más bien, es la copia de otra idea que circulaba las televisiones, basada en la de Caiga Quien Caiga, en la que las mujeres protagonistas eran profesionales de la comunicación y la información, reputadas y creíbles, absolutamente nada ñoñas y con ganas de demostrar, una vez más, que las mujeres, además de valía, saben tener un sentido del humor no siempre relacionado con sus tetas, sus culos y el sexo ajeno.
En fin, supongo que algún día, ya que en la tele todo se repite transformado –y si no vean Gran hermano y el Bus, y
Por cierto el guión lo deben hacer hombres sin talento o mujeres machistas… Y claro va dirigido al mismo público.
AMADA DE VERDAD
(Una representable de ese gran colectivo de mujeres absolutamente nada odiosas y muy, muy queribles)
