Las revistas han sido tradicionalmente un medio muy vivo: constantemente aparecen y desaparecen nuevos títulos. Pero tras el “boom” de los últos años setenta y preros ochenta, en los que la transición política y la apertura del mercado propiciaron una clara expansión para el sector, que vio llegar a los grandes grupos multinacionales y crecer a los nacionales, en los últos años vive una cierta recesión.
Los datos de audiencia del medio permanecen estancados o incluso sufren un ligero retroceso; las inversiones publicitarias no crecen, o lo hacen a un ritmo muy inferior al resto del mercado publicitario y se ha ralentizado algo el ritmo de grandes lanzamientos (aunque escribo justo en el día del lanzamiento de Cuore, un nuevo título del corazón de un grupo tan emblemático como Zeta).
Hace tiempo que las revistas cayeron en la espiral de las promociones, con el peligro que representa: cuando casi todas las revistas llevan una promoción, es difícil vender sin promoción pero, otro lado es muy difícil fidelizar a un cliente que nos compra la promoción.
El medio ha ido sufriendo sucesivos ataques parte de otros medios, especialmente la televisión. La contraprogramación salvaje de principios de los noventa constituyó un grave problema para las revistas de televisión; la proliferación de programas del corazón (y el sesgo hacia la parte más escabrosa) ha perjudicado a las revistas con esta especialización. Pero el interés menguante de los ciudadanos hacia la política, unido al aumento de secciones de análisis los fines de semana en los diarios y a que vivos en una sociedad cada vez menos dada a la reflexión han colocado a las revistas de información general en una situación casi marginal. Por otro lado, el papel como elemento de consulta que en algún momento ocuparon las revistas, ha sido reemplazado Intet.
Pero no ello dejan de aparecer nuevos títulos que, sin grandes lanzamientos publicitarios, tratan de rellenar los huecos que aparecen en el mercado. En los últos tiempos la mayor proliferación se está dando en el terreno de la gratuidad, que en el caso de los diarios ha significado un claro éxito, toda una revelación de este comienzo de milenio. En el caso de las revistas los contenidos son muy variados y quizá no tanto los sistemas de distribución (básicamente expositores en locales de mucho tráfico que incluso faltan en muchos casos, con lo que las revistas pueden estar amontonadas en el suelo). El ocio y las tendencias, campos en los que parece más fácil la captación de ingresos publicitarios, se repiten con cierta frecuencia como temas de las nuevas revistas gratuitas: El Duende o Calle 20 pueden ser dos buenos ejemplos. Por cierto, Calle 20 es el título lanzado los líderes en prensa gratuita, 20 Minutos.
Eduardo Madinaveitia
Director General Técnico Zenith Optedia










