El incómodo Fujimori y sus incómodas declaraciones

SANTIAGO (24/05/06) Michelle Bachelet no quiere tensionar las relaciones diplomáticas con Perú las declaraciones que ha hecho a la prensa el ex mandatario del país vecino, Alberto Fujori, que enfrenta un juicio de extradición ante la justicia chilena. Por ello, el Ejecutivo solicitó a los tribunales que tome las medidas necesarias para garantizar su silencio. Hasta ahora, el ex mandatario que puede enfrentar 12 juicios en Perú, no ha parado de hablar y ha levantado ampollas en ambos lados de la frontera.

La presidenta chilena explicó ante los medios que las afirmaciones de Fujori que ha recogido la prensa “no son positivas, un lado para la situación del propio Perú que está en momentos electorales tantes y, otro lado, para las relaciones entre Chile y Perú”. Esta evaluación derivó en el oficio que envió el Gobierno a la Corte Suprema, basándose en la legislación nacional que estipula que ningún extranjero puede hacer actos en contra de los intereses del país.

Y es que desde que Fujori fue beneficiado con la libertad provisional el jueves 18 de mayo, ha concedido varias entrevistas a medios de comunicación locales e internacionales, levantando inmediatamente ampollas en suelo peruano. La cancillería del vecino país reaccionó y solicitó a los representantes chilenos medio de una nota diplomática que frenen la “inaceptable intromisión en el normal desarrollo del proceso electoral peruano” del ex presidente. La segunda vuelta electoral culminará el próxo 4 de junio, cuando los votantes decidan si Alan García u Ollanta Humala será el próxo mandatario peruano.

Al parecer, la gota que colmó el vaso de agua fueron las declaraciones de Fujori a un medio de comunicación nipón, en las que planteaba la posibilidad de regresar a Japón, donde estuvo refugiado cinco años, si Perú persiste en presentar otros expedientes de extradición en su contra. Sus dichos atemorizaron a quienes leyeron en ellos una posible fuga.

El silencio de Fujori

La defensa del ex mandatario, que estuvo más de seis meses en la Escuela de Gendarmería de Santiago bajo detención preventiva, aseguró que su representado cerrará la boca de ahora en adelante. Así lo confirmó su abogado en Santiago, Gabriel Zaliasnik, poco antes de que recibiera una solicitud escrito del Departamento de Extranjería del Ministerio del Interior de Chile, y aseguró que acatará las resoluciones de los tribunales de justicia chilenos.

Obtuvo su libertad previo pago de una fianza de 2.900 dólares que le fijó el juez Orlando Alvarez, a cargo del proceso de extradición para enfrentar ante la justicia peruana 12 juicios abiertos en su contra: 10 delitos de corrupción y dos violaciones de los derechos humanos.

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