“Muy pronto conseguí que se me nombrara Oficial de Prera como pocero y que Paco Hernando comenzara a ser conocido dentro del gremio” Sin embargo, aunque parecía que poco a poco el joven Hernando comenzaba a encontrar su lugar en la vida pronto ocurrió lo inevitable, llegaron los roces con su padre. La espina que tiene clavada el constructor como se desprende de sus palabras en este libro siempre que menciona a su padre, que, además, como éste murió pronto, nunca pudo ver que las ansias de poder de su hijo finalmente se hicieron realidad.

Después de un tiempo aprendiendo la profesión de la familia con Don Antonio, Hernando decidió que ya era hora de volar su cuenta, así que con el dinero que había ahorrado durante ese tiempo compró las herramientas necesarias para trabajar libre. Cuando llegó a casa, más o menos, esto es lo que pasó:
¿Me quieres explicar para qué es esto que has comprado? Casi en mal tono.
¿Para qué va a ser, padre? ¡Para trabajar! (en esa época, las gentes de clase baja se referían a sus progenitores de usted, de padre y madre)
Tú ya tienes trabajo. Esto es un disparate
Sí, tengo trabajo… pero yo no quiero ser toda la vida pocero
Esto debió herir mucho a Don Antonio, un hombre que toda su vida se había dedicado a esa profesión y que ahora su propio hijo menospreciaba, como si no fuera suficiente para Hernando, un joven que ambicionaba pertenecer a otro mundo, un mundo que apenas podía aginar ya que distaba mucho de su situación social y económica. Pero los sueños de Hernando eran mucho más fuertes, capaces de romper con las barreras establecidas como años después se demostró. El constructor pertenece a ese reducido grupo que ha conseguido, a base de lucha y trabajo, cambiar su destino.
Yo he sido toda mi vida pocero y lo seguiré siendo hasta que me muera… ¿O es que te avergüenzas de ser pocero y trabajar con tu padre?
Yo no quiero ser toda mi vida pocero, ni vivir toda mi vida en Palomeras y rodeado de pobreza…Yo quiero…
Tú estás loco
No, no estoy loco. Yo quiero salir de este mundo…
Mira, Paco, a ver si lo entiendes de una vez. Tú has nacido obrero y obrero serás toda tu vida, que la vida está organizada así (…) ¿Y qué crees tú que es ser empresario? He conocido a muchos que lo han intentado y han fracasado… los ricos no admiten competencias… ¡y menos en esta España de Derechas!
Pocas veces había oído Hernando hablar a su padre de política, pero en esta ocasión el resentiento se desprendía de sus palabras.
¡No quiero ser toda la vida pobre, no quiero ser toda la vida un asalariado, no quiero tener patronos, no quiero depender de losnas!
Muy bien, si eso es lo que quieres (…) ¡Hazlo! Pero no en mi casa, Así que recoge todo eso y búscate la vida como puedas. Esta noche duermes en la calle.









