Según los datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), los pacientes con dermatitis atópica y los alérgicos a alentos tienen la peor calidad de vida de todos los alérgicos, enca de las personas asmáticas o con rinoconjuntivitis.
Según los datos de
“Existen estudios comparativos entre la calidad de vida de niños con alergia a alentos y niños diabéticos insulinodependientes en los que se ha observado cómo los hábitos de vida (ambiente familiar, relaciones sociales, escolarización, etc.) de los preros resultan más afectados”, explica
La alergia a alentos, explica esta especialista, “no sólo perturba a la persona que la sufre que le pide ingerir determinado tipo de comida, acudir a restaurantes, etc. sino que también repercute de forma significativa en todo su entorno familiar”.
Los alentos que con más frecuencia producen reacciones alérgicas en la infancia, son la leche y el huevo; y posteriormente otros como: pescados; frutos secos, frutas y cereales. También se pueden encontrar reacciones adversas en relación con los condentos, colorantes y conservantes que se agregan a los alentos (envasados, embutidos o naturales) o a las bebidas para que tengan mejor aspecto, color o conservación. “El incremento que se observa en la actualidad en la incidencia de la alergia a alentos, tanto en niños como adultos, es en parte debido a la presencia de las nuevas proteínas de defensa que desarrollan las plantas ante las agresiones del medio ambiente, tales como pesticidas o fertilizantes, que actúan como nuevos alergenos”, indica
Frente a este tipo de alergia, el único tratamiento eficaz es evitar ingerir el alento responsable de la reacción alérgica. ”La mejor terapia es la información médicopaciente. Conocer el alento que produce la alergia es la única vía para mejorar la calidad de vida de los enfermos. Como en ocasiones el alérgeno puede estar oculto entre la composición de los alentos o preparados, antes de ingerir un nuevo alento, bien sea envasado o precocinado, se recomienda comprobar los ingredientes en el etiquetado”, afirma
Dermatitis atópica
Esta enfermedad es una afección crónica y recurrente de la piel que se manifiesta erupciones cutáneas. La dermatitis atópica es un problema común en la infancia y es habitual que debute en los preros años de vida. Entre las causas más frecuentes de destaca la alergia a alentos provocada la leche y el contacto con sustancias irritantes como jabones detergentes, combustibles y ciertos materiales. En el caso de los pacientes adultos, ciertas situaciones de estrés o emociones intensas también pueden producir un brote de dermatitis, así como un exceso en las secreciones de sudor o en la exposición al frío o al sol.
La prevalencia de dermatitis alérgica es muy elevada en los niños. De hecho, entre el 23% de ellos sufren en España esta patología, cuyos síntomas más frecuentes son sequedad y eczema en diferentes partes del cuerpo, picor intenso, etc. “Esta sintomatología pide a los alérgicos llevar a cabo una vida normal. Disminuye el nivel de autoesta del paciente que no puede desarrollar sus relaciones sociales y laborales como cualquier otra persona. En casos graves, hasta un 25% tiene dificultades en la edad adulta para encontrar pareja” afirma
A modo de recomendación, esta experta advierte de la tancia de realizar un diagnóstico precoz y correcto de la mano de un alergólogo, así como educar al paciente en su enfermedad. Es fundamental conocer a qué es alérgico un individuo con el fin de que el médico pueda ejercer el mejor tratamiento y el paciente aprenda a manejar las consecuencias de las enfermedades alérgicas tanto en el plano terapéutico como social.