Según un estudio sobre Infecciones Nosocomiales y Comunitarias Staphylococcus aureus resistentes a la meticilina en pacientes hospitalizados (19932003), publicado en la edición digital de la revista Journal of Hospital Infection, en los últos diez años se han incrementado las resistencias a los antibióticos.
Según el estudio, existen diferencias entre comunidades autónomas debidas a ‘las diferencias de utilización de los antibióticos comunidades y las diferentes medidas de control puestas en marcha en cada hospital, tales como identificación precoz y aislamiento preventivo de pacientes infectados, aplicación de medidas de barrera, etc.’, indica su autor, el doctor Ángel Asensio, investigador responsable del estudio del grupo EPINE de
La solución exige, en su opinión, seguir una serie de pasos:
‘Evitar que haya infecciones, mediante las vacunaciones, y la retirada precoz de los catéteres. Impedir la transmisión de los microorganismos aumentando el cumpliento de las medidas de higiene de las manos, utilizando soluciones hidroalcohólicas que sustituyen eficazmente el lavado de las manos. Si existen infecciones, diagnosticarlas y conocer su etiología lo más precozmente posible, con el fin de poder dirigir los antibióticos. Lo ideal es que los antibióticos estén dirigidos al patógeno más probable, si bien, es una práctica común cuando la infección es grave y aún no se conoce el microorganismo responsable de la infección utilizar antibióticos de amplio espectro con efecto sobre los potenciales patógenos con el fin de asegurar que se va a cubrir el que nos interesa. Posteriormente, y tras conocer los informes microbiológicos, se realiza una terapia dirigida al microorganismo responsable. Utilizar correctamente los antibióticos: asegurándose prero de que existe infección y no se trata de una colonización o una contaminación. Basar el tratamiento en los datos locales de resistencia de cada hospital, para saber cuáles son las resistencias regionales más frecuentes y poder utilizar la terapia empírica; y retirando, últo, los antibióticos cuando dejan de ser necesarios que la infección ya está curada. Seleccionar del arsenal terapéutico disponible, el antibiótico más adecuado. De ahí que cualquier nueva opción que amplíe el arsenal terapéutico sea bien recibida los investigadores’.