Pfizer ha introducido en el mercado el prer medicamento para tratar la Poliposis Adenomatosa Familiar (PAF), una patología rara, hereditaria y grave que sufren 2.000 personas en España. El fármaco, celecoxib (comercializado como Onsenal), es un inhibidor de la enza COX2 que estaba inicialmente indicado para mitigar el dolor y la inflamación de la artrosis y la artritis reumatoide.
Pfizer ha introducido en el mercado el prer medicamento para tratar la Poliposis Adenomatosa Familiar (PAF), una patología rara, hereditaria y grave que sufren 2.000 personas en España.
El fármaco, celecoxib (comercializado como Onsenal), es un inhibidor de la enza COX2 que estaba inicialmente indicado para mitigar el dolor y la inflamación de la artrosis y la artritis reumatoide.
Hasta el cambio de la indicación de celecoxib, para tratar la PAF sólo podía recurrirse a la cirugía y el control mediante endoscopia de los pólipos intestinales. En cambio, este fármaco permitirá además disminuir la cantidad y volumen de los pólipos.
La Agencia Europea del Medicamento (EMEA) ha dado su visto bueno al fármaco, con una calificación de balance beneficio/riesgo ‘altamente positivo’. El doctor Ángel Lanas, presidente de la Asociación Española de Gastroenterología (AEG) y jefe de Sección de Gastroenterología del Hospital Lozano Blesa de Zaragoza, señala que ‘La evidencia científica disponible señala que celecoxib tiene un excelente perfil de seguridad gastrointestinal y un adecuado perfil de seguridad cardiovascular, silar al observado con otros antiinflamatorios no esteroideos de amplio uso en nuestro país, tal y como ha quedado demostrado en diversos estudios epidemiológicos’.
También se han realizado estudios publicados en las revistas ‘Gastroenterology and Hepatology (GUT)’ y ‘New England Journal of Medicine’, que determinan que ‘La administración de 400 mg de celecoxib, dos veces al día, ha demostrado un beneficio en la progresión de la enfermedad independientemente del sexo y la cirugía previa del paciente, ya que reduce el número y el tamaño de los pólipos que ocasiona la PAF’.
La PAF se manifiesta con la aparición de numerosos pólipos adenomatosos (lesiones precancerígenas que se desarrollan dentro del intestino). Estos pólipos tienden a aparecer desde la pubertad, pero los síntomas no surgen hasta los 30 o 35 años. En el caso de que aparezcan posteriormente se trata de una forma más leve de la patología. Normalmente se produce en el intestino grueso (en el colon o en el recto) pero existen casos en el estómago, el duodeno, los ojos, los huesos o la piel.
Colonoscopias con PAF
Los síntomas iniciales son sangrado con las deposiciones, diarrea, secreción de moco o dolor abdominal.
Pero ‘la gravedad de la PAF radica en que la degeneración a cáncer de colon es prácticamente inevitable en el 100% de los casos si se deja la enfermedad a su evolución natural’, en palabras del doctor Pedro Pérez Segura, oncólogo responsable de la Unidad de Consejo Genético del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
La PAF se hereda de padres a hijos debido a la mutación de un gen denominado APC (Adenomatous Polyposis Coli) y si la padece uno de los progenitores el riesgo de que la padezcan sus vástagos es del 50% y del 100% si los dos progenitores padecen la PAF. Por ello se pude realizar un diagnóstico presintomático en los individuos con familiares afectados para detectar el gen.