El doctor Rafael Máñez, jefe de servicio de Medicina Intensiva de Hospital Universitario de Bellvitge, expuso el frustrante desarrollo del xenotransplante. Como comentó ‘en los últos 15 años nos proponían una revolución y no ha sido así. No tenemos fecha ni sabemos si algún día llegarán’.
El xenotransplante consiste en el transplante entre células anales distintas (prates y cerdos en el caso de los humanos). Pero este concepto viene de la antigüedad, ya que el prer transplante de este tipo, concretamente de riñón de cerdo fue en 1906.
El problema del xenotransplante es que cuanto más lejos está un anal del hombre en la escala filogenética, como ocurre con los cerdos, más posibilidades de rechazo hay, que aparecen desde el principio anticuerpos que malogran la aceptación del órgano. Para evitar este rechazo hiperagudo prero se intentó elinar los anticuerpos, pero pronto volvían a aparecer. Posteriormente se probó la creación de cerdos transgénicos con las proteínas reguladoras del complemento humano. Esta posibilidad, según el doctor Máñez generó ‘grandes expectativas a mediados década de los 90 y se dijo que sería realidad en 5 años’, algo que de momento no se ha hecho realidad.
En cuanto a los prates, están más cercanos al hombre y tanto el rechazo no es tan inmediato. Sin embargo, existen ‘problemas logísticos’ y además esa misma cercanía también facilita la transmisión de virus. Por lo tanto, en este campo todavía queda mucho camino recorrer.
Por su parte, el doctor Jose Mª Pino, presidente de Sanitaria 2000 y responsable de
Por últo abogó el estableciento de un código ético y el manteniento de una buena relación entre éstos y los profesionales sanitarios.
Finalmente, el doctor Fernando Mugarza, Director de Comunicación de Novartis, explicó que ‘comunicar es algo más que interaccionar solo con los medios; es tener en cuenta a todas las partes interesadas conociendo sus expectativas y dando respuesta a ellas’. Para él ‘los medios cumplen papel fundamental en transmisión de la información’ y esta razón las compañías farmacéuticas deberían convertirse en sus fuentes de información. Aunque este sector es el mejor valorado los consumidores, de acuerdo con el últo estudio de Forética 2006, debería aprender de otro tipo de organismos y empresas para ofrecer ‘más información, segmentada y adaptada audiencias’.
Ante todo, el doctor Mugarza quiso dejar claro que ‘los laboratorios farmacéuticos somos un agente de salud como los demás’. Sin embargo, recordó cómo la población identifica los medicamentos con su médico o con su farmacéutico, al ser estos profesionales los encargados de prescribírselo y dispensárselo, olvidando a la industria que está detrás, produciendo el fármaco pero también investigando.
En palabras del director de comunicación de Novartis, ‘la razón de ser de la industria farmacéutica es procionar salud al paciente, atar valor añadido a la sociedad e incrementar la competitividad de forma responsable’. No obstante, la investigación para lanzar un nuevo fármaco es muy larga, arriesgada, costosa, competitiva y ‘debe enfrentarse a nuevos paradigmas’. Por todo ello, ‘es un área con litadas probabilidades de éxito’.
Cada vez es más caro producir un nuevo medicamento, ya que en su creación intervienen infinidad de profesionales y ‘sólo 3 de cada 10 medicamentos resultan rentables’.La principal queja de Mugarza es que esta idea no llega a la sociedad, que desconoce la labor de las farmacéuticas en el tercer mundo, investigando el tratamiento de enfermedades raras y emergentes. Además, ‘el medicamento a medio y largo plazo reduce el gasto sanitario’, añade.
Su intervención finalizó recalcando que el sector farmacéutico cuenta con un código de autorregulación muy estricto, promueve la formación continuada, la labor de las sociedades científicas y en definitiva ‘genera mucho empleo y riqueza’, algo que no se ha logrado transmitir a la población.
