IV Mesa Redonda, viernes 30 de junio

En su intervención Angel Gil de Miguel, catedrático de  Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, habló de las fuentes informativas de los profesionales sanitarios. Mencionó entre ellas las revistas y páginas web de las Sociedades Científicas, que sirven ‘para conocer qué hacen colegas de nuestro entorno’, así como las revistas internacionales, que muestran la investigación a nivel mundial. Destacó el gran problema de muchos profesionales sanitarios españoles con el idioma para lograr publicar en revistas de mayor pacto, la mayoría estadounidenses. Por últo, aludió a los grandes organismos internacionales como la OMS y el CDC, pero advirtió de que en el prer caso se trata de mensajes para cualquier país del mundo y en el segundo está adaptado a la sanidad norteamericana.

Por su parte, Agustín Rivero, director general de Salud Pública y Alentación de la Consejería de Sanidad y Consumo de la Comunidad de Madrid ,explicó las diferencias entre alerta, alarma y crisis. En el prer caso, se trata de una ‘situación de vigilancia’, que puede ser de tres tipos: epidemiológica, alentaria o medioambiental. 

En cambio, la alarma no está controlada el departamento de salud pública, y puede ser social, mediática o proveniente de entidades publicas o privadas. El problema es que el ‘pacto de la información de salud es muy grande’, señaló Rivero. Por eso si esta situación no se controla da lugar a una crisis, que ‘exige tomar decisiones rápidas y urgentes’, pero al mismo tiempo ‘los medios presionan para que se de información’. Esto se debe a que éstos últos trabajan en un tiempo muy distinto, ya que van a mucha más velocidad que las instituciones.