ALK Abelló ha desarrollado la prera vacuna específicamente para inmunizar contra la alergia a la especie de avispa más frecuente en España, la Polistes dominulus, que predomina en todo el Sur europeo. El doctor Lluis Marqués, presidente del Comité de Alergia a Henópteros de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) explica que esta vacuna tiene una protección del 98%.
ALK Abelló ha desarrollado la prera vacuna específicamente para inmunizar contra la alergia a la especie de avispa más frecuente en España,
El doctor Lluis Marqués, presidente del Comité de Alergia a Henópteros de
Normalmente se inocula prero al paciente una cantidad de veneno silar a la de una prueba diagnóstica subcutánea y luego se va aumentando hasta llegar a una cantidad equivalente a entre 2 y 5 picaduras de avispa. Se puede hacer de forma lenta o rápida, pero ‘en la actualidad tratamos de adaptarnos a la que resulte más cómoda para el paciente”, indica el doctor Javier Fernández, alergólogo y profesor del Hospital General Universitario de Elche y uno de los participantes en el Encuentro con Expertos sobre el valor diferencial de esta nueva inmunoterapia, organizado ALKAbelló.
En nuestro país más de 800.000 personas sufren alergia a henópteros. Normalmente la picadura solo produce una reacción local, pero en algunos casos da lugar a estados más graves (asfixia, caída de tensión, mareos, coma) que requieren acudir a un hospital. ‘Más del 90% de los afectados reacciones graves tras la picadura de abejas y avispas han requerido atención médica urgente de los cuales el 4% requieren hospitalización (80 casos/año)’, en palabras del doctor Fernández. Los síntomas van desde los más leves como erupciones cutáneas, urticaria e hinchazón, pasando dificultades respiratorias o crisis de asma, dolor abdominal y pérdida de conociento, hasta los más graves: reacción anafiláctica que puede llegar a ser mortales.
El período de más peligro de picaduras es en verano, que la agresividad de las avispas se incrementa en este periodo y además se realizan más actividades al aire libre, en las que se producen la mitad de las picaduras de henópteros. Otro 40% se produce en trabajos como la construcción, la agricultura o la ganadería, un 10% conduciendo o viajando en algún vehículo y otro 10% recolectando miel.
Aunque pudiera parecer lo contrario ‘los niños alérgicos tienen una evolución mucho mejor, sus reacciones son menos tantes y suelen perder la alergia sin necesidad de tratamiento en la mayoría de los casos’, señala el doctor Marqués.









