El juez Garzón ha vuelto y no todo ha sido desmontar la obra breve, la causa caduca del magistrado Marlaska. En dos días ha ampliado la investigación sobre el chantaje terrorista, la que ha llevado a los calabozos al director del “Diario de Noticias”, rotativo que se distribuye en Navarra y con el que los nacionalistas quieren abrir una cuña ideológica en
Es admirable la capacidad de agrupación que tienen algunas zonas de nuestra profesión. El corativismo de los periodistas funciona, pero sólo ante algunos reactivos. Con otros se queda mudo, como inerte. Sucedió prero con aquel retero de detes de Radio Irán, emisora asociada a
Ahora es lo mismo, pero el detenido lo tienen en casa. Se llama Pablo Muñoz y es director de
Los responsables de Diario de Noticias tienen dos varas de medir, o quizá más. Ante otros asuntos que han afectado a periodistas han demostrado un efervescente entusiasmo. Y ahora ponen el grito en el cielo para intentarnos convencer de que Muñoz debe tener una protección extra su condición de director y periodista. La profesión no le protege más que a los demás. El periodismo no puede ser esgrido como una patente de corso frente a la obligación de los jueces de llevar la investigación de los sumarios hasta sus últas consecuencias.
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