El Gobierno exirá a las cadenas de televisión nacionales de la obligación de facilitar sus programaciones con once días de antelación, plazo que exige ahora la ley. Dicha medida, pendiente tan sólo del informe favorable del Consejo Asesor de Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información, ha despertado las iras de los consumidores y usuarios, así como de las empresas editoras de suplementos y revistas dedicados a la televisión.
El Gobierno exirá a las cadenas de televisión nacionales de la obligación de facilitar sus programaciones con once días de antelación, plazo que exige ahora la ley. Dicha medida, pendiente tan sólo del informe favorable del Consejo Asesor de Telecomunicaciones y de
Según una información publicada ayer ‘El Periódico de Cataluña, la concesión que vendría a realizar el Ministerio de Industria a las cadenas podría ser aún más benévola y dejar el margen no en siete días, como se pensaba, sino en tres. Un Real Decreto que el Gobierno estudia aprobar este mismo vies, en el últo Consejo de Ministros previo a las vacaciones de verano, podría dar la puntilla a las revistas especializadas.
Según publica hoy ABC, en el ministerio que dirige José Montilla se guardaba ayer mutismo sobre el Real Decreto que se cuece en las cocinas de Industria desde que el pasado mes de febrero la junta directiva de UTECA, asociación que agrupa a las cadenas de televisión privadas, se reuniera con Montilla para hacerle partícipe de sus demandas. Los responsables de los operadores de televisión fueron todavía más lejos y pidieron rebajar el plazo legal a cuarenta y ocho horas.
A principios del pasado mes de junio,
La contraprogramación es una de las prácticas televisivas que más molesta a los telespectadores, a juzgar los resultados de algunos estudios y las quejas que recibe la asociación. ‘El fenómeno de la contraprogramación explicaron atenta contra el derecho de los ciudadanos a la información sobre bienes y servicios; dificulta la planificación de su tiempo de ocio; pide el aprovechamiento adecuado del valor de otunidad derivado de la fugacidad televisiva y suponen la ruptura de un acuerdo el que la cadena se compromete con los telespectadores’, aseguran en la asociación.
Antena 3 y TVE 1 son, según este organismo, las cadenas de televisión que más contraprogramaron durante este periodo, aunque con una evolución opuesta: mientras la cadena pública redujo drásticamente esta práctica, la privada ha ido incrementando su contraprogramación en febrero y marzo.










