La próxa aprobación de un real decreto que permitirá a las televisiones dar la programación con menos días de antelación ha sentado como un jarro de agua fría en las revistas de información.
La próxa aprobación de un real decreto que permitirá a las televisiones dar la programación con solo tres días de antelación ha sentado como un jarro de agua fría en las revistas de información, en un sector que engloba a todas las publicaciones con páginas dedicadas a la pequeña pantalla. Los profesionales ven en la medida una sentencia de muerte.
‘Afirmar que afecta solo a las revistas de televisión es minizar el problema’, explican en Hachette, grupo editorial que publica Supertele, Teleprograma, Teleindiscreta y Telenovela. ‘En realidad, tendrá repercusiones en toda la prensa del corazón’.
‘Estamos en manos de las cadenas’, añaden. ‘Si no nos quieren facilitar la programación, las revistas no tienen sentido. Implicaría una reconversión o el cierre de alguna de ellas. Es una condena a muerte para las revistas de tele clásicas y un grave perjuicio para el resto’.
En el fondo de la medida, que está previsto que se apruebe en el Consejo de Ministros del próxo vies, se vislumbran, según el grupo editorial, razonamientos políticos y maniobras de las cadenas privadas: ‘La vicepresidenta de










