Lula veta la norma sobre el ejercicio periodístico

BRASILIA (28/07/06) Después de que varias organizaciones se manifestaran en contra del proyecto de ley aprobado recientemente el Senado brasileño y que elevaba de 11 a 23 el número de oficios dentro del periodismo que requerían de un diploma profesional, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva optó hacer uso de su derecho a veto.

BRASILIA (28/07/06) Después de que varias organizaciones se manifestaran en contra del proyecto de ley aprobado recientemente el Senado brasileño y que elevaba de 11 a 23 el número de oficios dentro del periodismo que requerían de un diploma profesional, el presidente Luiz Inácio “Lula” da Silva optó hacer uso de su derecho a veto.

El ejercicio de esta potestad presidencial se oficializó con su publicación en el Diario Oficial de la Unión y pone fin a la posible aplicación de esta normativa que establecía la obligatoriedad del título universitario de periodista para fotógrafos, camarógrafos, ilustradores, caricaturistas y comentaristas de programas de radio y televisión, entre otros oficios.

Tales exigencias fueron consideradas el Gobierno de Lula excesivas y que suponía una reglamentación muy restringida de la profesión que litaba el derecho a la profesión, ejemplo, para que profesionales de amplia trayectoria pudieran redactar columnas de opinión periódicas y remuneradas. Para el Ejecutivo brasileño estas litaciones eran “irracionales” y apuntaban a violar la libertad y el derecho a ser informados.

El proyecto de ley fue presentado en 2004 el diputado Pastor Amarildo, del Partido Social Brasileño (PSB) de la coalición oficial en el gobierno y finalmente fue aprobado el 4 de julio últo el Senado, que lo remitió de inmediato para la sanción presidencial. Su creador lo defendió de la polémica que suscitó bajo el argumento de que al carecer algunos trabajadores de esos diplomas, sus empleadores les pagaban salarios menores.

Voces a favor y en contra

La organización Reteros Sin Fronteras (RSF) se sumó a la campaña para que el Presidente de Brasil usara su derecho a veto ante esta normativa. De este modo, se sumó al moviento encabezado la Asociación Brasileña de Emisoras de Radio y Televisión (ABERT), que reúne 3.500 emisoras y 550 estaciones televisivas del país, y la Asociación Nacional de Periodistas (ANJ), que rechazaron la iniciativa legislativa al calificarla como un intento de controlar los medios.

No obstante, no todos estaban de acuerdo con esta postura. Un ejemplo de ellos fue la Federación Nacional de Periodistas y algunos sindicatos regionales, que respaldaron la normativa que consideran que garantizaba una reserva de mercado para profesionales diplomados. Esta organización criticó duramente al mandatario pro considerar que se “rindió” ante los intereses de las grandes empresas de comunicación.