El rotativo brasileño afirmó sin citar sus fuentes de información que las “Autoridades cubanas dijeron al Presidente y al Partido de los Trabajadores (PT) que el dictador tendría cáncer y que aunque se recupere puede que no vuelva al poder”, y añadió que su dolencia es “un tumor maligno en el abdomen”.
La versión publicada en Folha de Sao Paulo fue rápidamente desmentida el Gobierno del país en un comunicado, donde se aseguró que el presidente Lula “en ningún momento fue informado autoridades cubanas o cualquier otra sobre el supuesto diagnóstico”.
Las autoridades de la isla también se apresuraron a desmentir la información. Así lo hizo el vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, que en su visita a Bolivia con motivo de










