En la Tierra a miércoles, diciembre 17, 2025

Los periodistas son los grandes damnificados en Cuba y El Líbano

El conflicto de El Líbano y la enfermedad de Fidel Castro son dos de los acontecientos más tantes del año y probablemente de lo que va de la década. Lo lamentable es que el interés noticioso en estos temas ha ido de la mano de la censura informativa y del ataque a los periodistas que intentan dar cuenta de la últa hora de los conflictos. En El Líbano ya se anuncian el cierre de periódicos, mientras los periodistas y los medios de comunicación están bajo la línea de fuego. En Cuba se trata a  los periodistas se les trata como delincuentes.

 

La semana pasada os contábamos los problemas que tuvieron algunos reteros que al llegar a Cuba fueron conminados a abandonar al país, el sólo hecho de identificarse como periodistas. La propia organización Reteros Sin Fronteras (RSF) ha denunciado que el pasado miércoles se negó la entrada a seis periodistas en el país e se incrementaron “los obstáculos para la entrega de visados”.

 

A estas denuncias, se han sumado las versiones de diferentes periodistas, muchos de ellos corresponsales de medios europeos, que han visto entorpecida su labor, ante la negativa de la administración cubana de dar pistas sobre la salud de Fidel Castro, calificada de Secreto de Estado el propio régen. RSF ha explicado que agentes del Ministerio cubano del Interior sometieron a los periodistas a un interrogatorio sobre los motivos de su visita a su llegada al aeropuerto José Martí. Tras una hora de preguntas y espera, los reteros fueron obligados a subirse al avión que les había llevado a la isla para trasladarles de nuevo a la ciudad de la que habían partido.

 

La ‘excusa’ ofrecida las autoridades fue que no disponían del visado de trabajo necesario para realizar su trabajo en el país. El asunto es que el visado que exigen las autoridades cubanas precisa de muchas gestiones y los trámites para conseguirlo pueden prolongarse hasta 21 días. Los periodistas consideraron que el plazo era demasiado largo y decidieron viajar con visado de turistas.

 

En El Líbano la situación es mucho peor. Mientras las hostilidades entre los militantes de Hezbolá y las fuerzas armadas israelíes entran en su segunda semana, los periodistas y las empresas de medios de comunicación que informan en las áreas de conflicto están bajo fuego. La semana pasada, una fotógrafa y un técnico de televisión libaneses fueron muertos durante ataques israelíes con bombas, informaron el Committee to Protect Journalists (Comité la Protección de los Periodistas, CPJ), la Federación Internacional de Periodistas (FIP) y Reteros sin Fronteras (Reteros sin Fronteras, RSF).

 

En Líbano, editores y ejecutivos de periódicos temen que sus publicaciones no puedan resistir mucho tiempo más si la guerra continúa, informa la Asociación Mundial de Periódicos (WAN).  La reconstrucción de la infraestructura básica ha llevado a una caída masiva de publicidad, tantes problemas de distribución y temores de escasez de papel. Ayad Tassabehji, gerente general del diario en idioma inglés “Daily Star”, se pregunta cómo pueden los periódicos seguir publicando si la circulación y la publicidad siguen cayendo.

 

El embargo puesto el Ejército israelí también ha planteado un tante problema de logística para los periódicos. “Las fronteras están cerradas para cualquier embarque. Nos quedaremos sin papel de prenta al final del mes”, dice Tassabehji. El diario en francés “L’Orient Le Jour” y “AnNahar” dicen que están enfrentando el mismo problema.  La precaria situación de seguridad también pide a los reteros de los periódicos salir para cubrir los eventos. “No hay taxis, no hay combustible y los caminos están bombardeados, lo que aisla algunas regiones del resto del país”, dice George Chamieh, director financiero de “L’Orient Le Jour”.

 

“La principal dificultad es la seguridad del personal que entra y sale de la oficina. La otra es mantener elevada la moral del personal”, dice Tassabehji de “The Daily Star”. “Los seres humanos en general (y los periodistas no son una excepción) se desmoralizan después de dos días de bombardeo. Es casi posible escribir una nota de negocios cuando sabes que puede caerte una bomba en la cabeza”. Ya vemos, que el periodismo nuevamente es el principal damnificado, en el momento en que la población del mundo quiere saber que acontece.

 

NOTICIAS RELACIONADAS

Relacionados Posts

Premiados de la XX edición de 'Los mejores de PR'

Noticias recientes

SUSCRÍBETE

Suscríbete a nuestro boletín y no te pierdas las noticias más relevantes y exclusivas.