Si en algo se va a caracterizar este verano, informativamente hablando, –aparte de los terribles incendios que están desolando Galicia es la guerra entre partidos a consecuencia de las tramas urbanísticas que se suceden distintos puntos de España.
Si en algo se va a caracterizar este verano, informativamente hablando, –aparte de los terribles incendios que están desolando Galicia es la guerra entre partidos a consecuencia de las tramas urbanísticas que se suceden distintos puntos de España. Concretamente en Madrid, hace unos días saltaban a los periódicos dos nuevos pelotazos en Morata de Tajuña y en Parla que salpicaban a los alcalde de ambos municipios, pertenecientes al Partido Socialista.
Las preras reacciones parte de unos y otros no se han hecho esperar y si ayer el tavoz Popular en
Según los socialistas, no van a “consentir ni una sola insinuación más que cuestionen el honor de los dirigentes” del partido y han amenazado con llevar a los tribunales “cualquier declaración en esta línea”. La polémica se ha producido a raíz de la publicación en los medios de Comunicación de dos posibles pelotazos urbanísticos que se están produciendo en los municipios de Parla, donde se van a construir 10.000 viviendas, y de Morata de Tajuña, donde están proyectadas 28.000 viviendas, que con las 13.508 de su vecina toledana Seseña supondrá un incremento de 200.000 nuevos habitantes en la zona.
Ambos ayuntamientos madrileños están gobernados el Partido Socialista, sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió en Seseña en 2003, cuando se aprobó el PAU de El Quiñón gracias a un alcalde socialista con mayoría absoluta, José Luís Martín y un Gobierno Autonómico también socialista con José Bono al frente, en Madrid los intereses de estos dos consistorios chocan con la gestión de Esperanza Aguirre en
Los populares han apuntado a la tavoz Ruth Porta como una de las interesadas en Morata de Tajuña vínculos familiares con el mundo de la construcción, hechos que desmienten los socialistas y los que acudirán a
Lo que si está claro es que se han abierto dos nuevos frentes en esto de la “corrupción del ladrillo” que se suman al caso de Seseña y que van a traer cola durante mucho tiempo, concretamente hasta las elecciones municipales y autonómicas del año que viene. Ahora es tiempo de que los partidos pongan sus cartas sobre la mesa y el bote se lo llevará quién mejor sepa jugar su mano.
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