La prensa no es infalible y regularmente surgen historias que no han sido debidamente corroboradas o que definitivamente no son ciertas. Cuando todavía tenemos en el recuerdo el caso de Jason Blair, el retero que falseó más de la mitad de sus retajes escritos para el presitigioso New York Tes, este verano han surgido nuevas manipulaciones. Un fotógrafo que trucaba las fotos que vendía a Reuters y tres artículos que la revista Wired ha elinado la utilización de fuentes falsas, dejan claro que los editores deben estar más atentos que nunca.
La prensa no es infalible y regularmente surgen historias que no han sido debidamente corroboradas o que definitivamente no son ciertas. Cuando todavía tenemos en el recuerdo el caso de Jason Blair, el retero que falseó más de la mitad de sus retajes escritos para el presitigioso New York Tes, este verano han surgido nuevas manipulaciones. Un fotógrafo que trucaba las fotos que vendía a Reuters y tres artículos que la revista Wired ha elinado utilización de fuentes falsas, dejan claro que los editores deben estar más atentos que nunca.
La últa noticia nos llega desde la revista Wired que ha elinado de su web tres artículos después de que una investigación interna no haya podido confirmar la autenticidad de una fuente citada en las historias, según informa la propia publicación, que marca las tendencias en el ámbito de la tecnología en todo el mundo. Los artículos elinados, publicados el 27 de junio y el 7 y el 14 de julio de este año, llevan la firma de Philip Chien, un colaborador de la revista que escribe sobre temas del espacio.
En los tres retajes retirados la revista, Chien basaba su información en citas de Robert Ash, descrito en las dos preras como ‘historiador espacial’ y en la últa como “ingeniero aeronáutico e historiador espacial aficionado”. Chien ha explicado a Wired, según relata la publicación, que Ash es profesor de ingeniería aeronáutica en
Esta situación se conoce menos de una semana después del escándalo de las fotografías de Reuters en El Líbano, donde un colaborador trucó con programas informáticos al menos dos fotografías enviadas a la agencia británica. En una rápida reacción la segunda agencia más tante del mundo, retiró de su base de datos de las 920 fotografías realizadas Adnan Hajj que se encontraban en sus archivos.
Según ha explicado la compañía, Reuters finalizó su relación laboral con Hajj el domingo pasado, tras descubrir que una fotografía que había tomado después de un ataque aéreo israelí sobre un barrio de Beirut había sido retocada con Photoshop para mostrar más humo y de mayor espesor saliendo de los edificios. A continuación, la agencia abrió una investigación sobre el resto del trabajo de Hajj.
Pero los engaños periodísticos tienen una larga historia. El caso del ex retero del New York Tes Jason Blair es uno de los más emblemáticos del últo lustro. Blair fabricó declaraciones e inventó escenas durante seis meses. El retero escribía de un francotirador de Washington cuando estaba en Nueva York. El diario estadounidese llegó a comprobar que al menos la mitad de sus 73 artículos eran falsos o inventados. Es el escándalo tuvo tal repercusión que el año pasado, el NYT publicó una nota en su prera plana pidiendo disculpas a sus lectores.
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