Fue una de las grandes noticias del verano, pero la cesión de todos sus poderes en el Gobierno de Cuba, su mal estado de salud y la encrucijada sobre la transición democrática ya casi no aparecen en las tadas de los rotativos nacionales. Ello a pesar de que Castro sigue enfermo y su hermano Raúl aún no aparece. Ya conocemos la premisa ‘todo comunica’ y tal vez la estrategia del silencio del régen cubano, que ha optado un control férreo de la información oficial haya dado sus frutos.
Fue una de las grandes noticias del verano, pero la cesión de todos sus poderes en el Gobierno de Cuba, su mal estado de salud y la encrucijada sobre la transición democrática ya casi no aparecen en las tadas de los rotativos nacionales. Ello a pesar de que Castro sigue enfermo y su hermano Raúl aún no aparece. Ya conocemos la premisa ‘todo comunica’ y tal vez la estrategia del silencio del régen cubano, que ha optado un control férreo de la información oficial haya dado sus frutos.
El silencio es una táctica que se utiliza en algunas ocasiones para manejar las crisis que se presentan periódicamente en diferentes instituciones. El silencio es una forma de comunicar, de restar tancia a un aconteciento y de deslegitarlo. Aunque si no se usa con maestría puede tener consecuencias adversas, como la pérdida de credibilidad de la fuente que opta callar y la transmisión de una agen de debilidad y de que no se sabe muy bien qué hacer.
Se trata de una estrategia arriesgada que en contadas ocasiones da resultados favorables. Aunque sea en pequeñas cuotas, los manuales de comunicación de crisis siempre recomiendan, entre otras cosas, hacerse con un tavoz entrenado para los tiempos difíciles que permita con sus intervenciones salir al paso de cualquier ‘ruido’ o distorsión informativa que genere especulaciones que escapen del control de la organización afectada.
La oleada de rumores que se han disparado en Intet, que llegaron a especular con la muerte de Fidel Castro; la ausencia total de una agen del hermaníso Raúl asumiendo el poder y haciéndose cargo de la situación; la reproducción hasta la saciedad parte de los medios oficiales de proclamas propagandísticas; y las declaraciones, un lado, del gobierno estadounidense y, otro, del mandatario venezolano Hugo Chávez, fueron las únicas informaciones con las que se contó.
Pero poco a poco la salud de Fidel ha dejado de ser tema en las tadas de los principales diarios, radios y televisiones españolas. También es cierto que el verano ha sido de lo más noticioso: incendios voraces en Galicia, amenazas de atentados suicidas masivos, guerra en Oriente Medio, la llegada diaria de inmigrantes en cayucos. Tomando en cuenta todo esto, surge la duda y la consiguiente pregunta: ¿ha sido acertada la estrategia del silencio de la administración castrista? ¿O más bien le ha sonreído la fortuna y ha sido desbancado la agenda noticiosa?
Con todo, la prensa española y latinoamericana se ha olvidado completamente de la situación de Cuba. En los diarios nacionales no se ha realizado prácticamente ninguna referencia durante esta últa semana y en la prensa transatlántica, que abordó el tema con sumo detalle hace un par de semana, tampoco queda rastro de la crisis de Cuba, ni tadas, ni retajes, ni enviados especiales.
Seguiremos informando…










