El periodismo parece estar cada vez más denostado. El panorama presente y futuro no se presenta muy alentador: censura, precariedad e inestabilidad laboral. Sin embargo, cada vez más periodistas llenan las universidades y sólo el 52,9% de los licenciados en los últos cinco años trabaja como periodista.
El periodismo parece estar cada vez más denostado. El panorama presente y futuro no se presenta muy alentador: censura, precariedad e inestabilidad laboral. Sin embargo, cada vez más periodistas llenan las universidades y menos tienen empleo. Sólo el 52,9% de los licenciados en los últos cinco años trabaja como periodista.
El panorama del periodismo, como profesión u oficio, no se presenta muy halagüeño para las nuevas hornadas, recién salidas de la universidad. Según el informe anual de
El perfil del joven periodista es de un redactor (74,6 %) que trabaja mayoritariamente en prensa (47,4%) –las televisiones (21,1%), radios (14,8%) y gabinetes de comunicación (19,9%) emplean a menor número y trabajan entre 36 y 40 horas semanales (57,5%) un sueldo que oscila entre 600 y 1.200 euros (64,5%). Además, la irrupción en el mercado de la comunicación de miles de jóvenes al año se presenta como uno de los problemas que mencionaron algunos profesionales veteranos, aunque no es uno de los problemas que les quite el sueño.
Mucho más inquietantes consideran, este orden, la precariedad laboral, el intrusismo, el paro y la baja remuneración. Les siguen el gran número de becarios y periodistas en prácticas que desempeñan labores profesionales, la falta de códigos éticos, la incompatibilidad con la vida familiar, las litaciones en la libertad de expresión, etc.
Según este mismo informe que se ha realizado en base a encuestas personales a los miembros de
Pese a que casi un 80% de los entrevistados consideraron la agen de la profesión ‘regular’, ‘mala’ o ‘muy mala’, señalando los programas de corazón y las tertulias basura como responsables en gran medida de esta devaluación, las aulas siguen rebosando futuras ‘plumillas’ y sólo en el curso 20042005 se matricularon 17.232 alumnos. Éstos pasarán cuatro o cinco años la facultad en el mejor de los casos, pero, según los profesionales, la formación que parten es ‘regular’ (40%) y ‘mala’ o ‘muy mala’ (27,7%), ya que, para un 54%, las prácticas son insuficientes y para un 48,6%, se exige excesiva teoría.
En mejores o peores condiciones, lo cierto es que ninguno de los entrevistados querría cambiar de profesión, aunque un tante centaje (36,9%) dijo que estaría encantado en probar suerte en un medio diferente. Así, un 63,1%, abanderando el lema “más vale malo conocido…”, prefiere quedarse donde está y el centaje que sueña con un cambio de aires en el trabajo lo haría promoción profesional (65%), motivos económicos (32%), calidad de vida (22%), cambio/novedad (20%) y satisfacción personal (13%), principalmente.
Aunque el 68% de los periodistas españoles tienen contrato indefinido y sólo un 7,2% tienen contrato temal, la movilidad en el sector de la comunicación es alta y más de la mitad de los encuestados (56,4%) no tiene antigüedad de más de 20 años en el medio en el que trabaja. A ello cabe añadir que la mayoría de los comunicadores considera que la estabilidad laboral es regular (47,1%), mala (33,2%) o muy mala (13,7%), frente a un pequeño 4,9% que la considera muy buena o buena.
