Continúa el verano y el Gobierno no gana para disgustos. Esta vez los medios han vuelto a uno de los temas más complicado de la legislatura: la política de inmigración. La llegada de más de 1.000 inmigrantes ilegales en dos días ha disparado las alarmas mediáticas, que no las gubernamentales, ya que en sólo un mes han ingresado al país más personas irregulares que en todo el año pasado. Después de los incendios de Galicia, le llueve sobre mojado al equipo de Rodríguez Zapatero. No estamos ante un tema nuevo…
Continúa el verano y el Gobierno no gana para disgustos. Esta vez los medios han vuelto a uno de los temas más complicado de la legislatura: la política de inmigración. La llegada de más de 1.000 inmigrantes ilegales en dos días ha disparado las alarmas mediáticas, que no las gubernamentales, ya que en sólo un mes han ingresado al país más personas irregulares que en todo el año pasado. Después de los incendios de Galicia, le llueve sobre mojado al equipo de Rodríguez Zapatero. No estamos ante un tema nuevo, lo que se extrañan solucionan al respecto.
Nada más terminados los incendios en Galicia, los medios continúan dictando las prioridades del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. Si hace unas semanas el Presidente de Gobierno se desplazó a tierras gallegas seis semanas después de que se lo pidieran los medios de comunicación, ahora es la misma prensa la que exige una solución al tema de la inmigración ilegal, de largo aliento, pero que este fin de semana se ha destapado con la llegada de 1.000 inmigrantes en dos días a las costas canarias.
Un tema que desde luego no es nuevo, pero del que todavía no se hacen esfuerzos consistentes para combatir. Todavía está en la retina las famosas vallas que se establecieron en Melilla y en Ceuta o en los controles en las costas de Cádiz, cuando vemos regularmente la llegada de inmigrantes ilegales a las Islas Canarias. Hace unas semanas vos una de las ágenes del verano con cientos de inmigrantes acogidos los bañistas de una playa de Tenerife y no olvidamos las carencias de personal en algunos aeropuertos para controlar los visados.
Temas que llevan más de un año apareciendo en los medios de comunicación, pero respecto de los que se extrañan soluciones. No es la prera ni será la últa vez que lleguen inmigrantes sin visados ni permisos a las costas españoles, no obstante tampoco se advierte una coherente política de inmigración y lo que es peor no existen mecanismos de repatriación efectivos que den cierta seguridad a las comunidades que la acogen. La prensa pide soluciones y Zapatero y su equipo siguen sin darlas.










