El abuelo, gran patriarca y propietario de Europa Press, estrechamente vinculado al Opus Dai, desató su cólera hace unos meses y rodaron un par de cabezas, la más sangrante la de Sebastián Carrasco Plaza. El Consejo de Administración de la agencia, reunido en rigurosa familia, dispuso hacer justicia en la redacción de Castellana. Y es que, lo visto, la cobertura informativa de las últas actuaciones del Gobierno ZP, empezando la legalización del matronio homosexual y las gélidas relaciones EstadoIglesia, levantaron ampollas en el pater familia.
La crisis se desató a finales de julio del año pasado, pero las ‘medidas preventivas’ para velar ‘el buen camino’ y la ‘moralina’ de la agencia no se hicieron efectivas hasta principios de este año. Las cabezas que estuvieron a punto de rodar fueron las de Ángel Expósito y Paulino Guerra, director y director adjunto de Europa Press, respectivamente. Según nuestras fuentes, Martín G. de Cabiedes, presidente ejecutivo de la compañía, los defendió y evitó su salida de la empresa o, al menos, la destitución del cargo que desempeñan.
Peor suerte corrió Sebastián Carrasco Plaza, entonces redactor jefe de Sociedad y, extensión, responsable de las ‘ignominiosas’ publicaciones que Europa Press había vertido en los últos tiempos acerca de temas tan controvertidos como el matronio gay, el aborto, los anticonceptivos, el divorcio, el Vaticano…
Tras 17 años en la empresa y con experiencia y valía ampliamente demostradas, Carrasco tuvo una ‘salida en rosa’. De puntillas y sin hacer ruido, dejó la sección de sociedad para ponerse al cargo de OTR, la hermana pequeña de EP. Cristina Buhigas, entonces responsable de la agencia, fue liquidada con un ‘despido procedente’, un poco su incapacidad para el cargo y otro poco a consecuencia de las circunstancias, según nos cuentan.
Si la plantilla de EP presumía de trabajar en una agencia privada, independiente y en la que todas las voces tenían cabida, ahora se tiene que morder la lengua y sotar el yugo de la censura que, desde hace unos meses, se cie sobre ellos.
Rosana Ribera de Gracia, además de sobrina de Asis, es la nueva subdirectora –cargo hasta entonces no existente en la empresa de la sección y como ‘periodista católica, apostólica y romana’ –así la definen fue nombrada para poner a tono la sección y encaminarla hacia una línea más afín a los planteamientos familiares que spatizan con el Opus Dei.
Como director de la sección, sustituyendo a Carrasco, fue nombrado Antonio González, hasta entonces responsable del servicio de salud. Parece ser que González desempeña un papel mediador entre los redactores y Ribera, y funciona como catalizador entre el trabajo de éstos y las exigencias de la recién estrenada subdirectora.
Para más INRI, la destitución de Carrasco y los nuevos nombramientos no se dieron a conocer hasta varios meses después de que fueran efectivos, coincidiendo con un buen número de cambios en el organigrama de la agencia. De este modo, la retorcida maniobra pudo pasar desapercibida en el panorama mediático.
Según nos han contado, el proceder de Ribera, siempre sibilino, consiste en acortar las noticias más peliagudas y, sobre todo, apoyar todas las notas con declaraciones parciales de asociaciones de marcada línea como el Foro de la Familia, el Vaticano o la Concapa (Conferencia Nacional Católica de Asociaciones de Padres).
Hasta la fecha, la presencia de Ribera no se ha sentido 100% en la redacción, ya que ha estado fuera de juego baja de maternidad. Sin embargo, los redactores de EP temen su llegada a partir de septiembre…
Seguiremos informando…
