Poco a poco las obras de la remodelación de la M30 van llegando a su fin para alegría y sorpresa de muchos. Hoy, el alcalde de Madrid, Alberto Ruíz Gallardón ha visitado el sépto tramo terminado de la reforma de la vía madrileña, el de la zona noroeste, facilitando la entrada a los barrios del Pilar y Valdezarza.
Poco a poco las obras de la remodelación de la M30 van llegando a su fin para alegría y sorpresa de muchos. Hoy, el alcalde de Madrid, Alberto Ruíz Gallardón ha visitado el sépto tramo terminado de la reforma de la vía madrileña, el de la zona noroeste, que facilitará la entrada a los barrios de Peñagrande, el Pilar y Valdezarza.

Cerca de 5 kilómetros de carretera en los que el Ayuntamiento ha invertido 36.5 millones de euros a los que hay que sumar los 6.1 millones que se han gastado en cubrir 200 metros de vía a petición de los vecinos de la zona.
Durante la visita, Ruíz Gallardón ha querido explicar una vez más a los medios de comunicación y a los ciudadanos el qué de estas actuaciones que se están llevando a cabo desde la administración municipal y ha asegurado que “La ciudad había evolucionado, pero la M30 no. El tramo entre la avenida de la Ilustración y la conexión con la M40 estaba desbordado el creciento urbano, hasta el punto de convertirse en una barrera con calzadas aisladas y depridas a diferentes niveles”. La solución a estas deficiencias pasaba necesariamente mejorar la fluidez e integrar las conexiones con el entorno, dotando a la M30 de unas prestaciones más urbanas.
Además ha destacado también la mejora de la salida hacia la M40 y la carretera de El Pardo con la ampliación a dos carriles y las medidas adoptadas contra el ruido de los 80.000 conductores que recorren esta zona de la M30 a diario.










