Por la misma razón que los Rolling Stones van a llevar en las giras la asistencia de un geriatra, sugiero con humildad que este gobierno contrate los servicios de algún experto en la otunidad y validez de las ocurrencias que a diario les vienen a la cabeza a cada uno de sus ministros.
Sería bueno incluso que aprovecharan el momento del cambio, la entrada de Clos y la salida de Maragall para hacer ese contrato y que la incoración tenga un antes y un después. De esta forma seríamos conscientes del beneficio de la atación.
Hemos tenido un mes de agosto aciago. No lo digo los incendios de Galicia. La naturaleza tiene una capacidad regeneradora mucho más rápida que la que a veces demuestra la sociedad. Basta ver el daño que ha hecho nuestra historia en la mente de Zapatero.
El verano nos ha dejado en la playa algunas certezas que desmienten otras tantas promesas de nuestro jefe de gobierno. Dijo que nunca un ministro de su gobierno sería candidato autonómico y aquí tienen al prero. Prometió no usar en beneficio propio los bienes del estado y ya le hemos pagado al menos un par de viajes privados gratis total.
Pero lo más grave son las ocurrencias, las ideas que demuestran que este es un ejecutivo que ya ha dado de sí toda su capacidad y que espanta las moscas del verano con majaderías propias de una redacción de la ESO firmada un ingenuo adolescente. La últa tiene la mala baba de los prebostes del partido. Proponen hacer una campaña para recordarnos que la derecha viene de Alianza Popular.
Bien pensado casi sería mejor que buscaran el teléfono del geriatra de los Rolling. Conozco octogenarios que tienen una salud mental y una agilidad de ideas más sana, lpia y sencilla que muchos ministros. Si alguno no me cree que se repase la entrevista que hace unos días publicó El Mundo con José Utrera Molina. Con mis respetos.
Artículos anteriores:
