Regresar al trabajo nos causa alteraciones físicas y psíquicas. Prevenirlas es tan sencillo como repartir las vacaciones en varias etapas.
Regresar al trabajo nos causa alteraciones físicas y psíquicas. Prevenirlas es tan sencillo como repartir las vacaciones en varias etapas.
Tras la reincoración al trabajo y con la aparición de la rutina, el intenso horario, las necesidades laborales y afrontar la realidad del trabajo diario, son los motivos que dan lugar a la aparición de los síntomas del síndrome post vacacional. Algunos son: fatiga, dificultad de concentración, desáno, tristeza, irritabilidad, ansiedad, insomnio y trastornos digestivos. Prevenir los síntomas principales de este síndrome es tan sencillo como distribuir las vacaciones en periodos de tiempo diferentes. Esto nos servirá para evitar saturarnos, la sensación de estar de vacaciones se alargará, y además, los cambios en los hábitos no serán tan drásticos y permanentes lo que la incoración no será tan traumática.










