Hoy martes 5 de septiembre, a las 12,00 horas, se celebra el juicio la denuncia que la inmobiliaria Aifos, plicada en
A la vista está citado a declarar como testigo el presidente de Aifos Jesús Ruiz Casado.
Según publica el propio medio, se enfrenta a una demanda un supuesto delito contra el derecho al honor de la inmobiliaria las informaciones publicadas, como ya se informó prera vez el pasado 25 de abril, cuando aún la promotora ni siquiera estaba plicada en
Según la demanda de la empresa que dirige Ruiz Casado, la revista ha publicado hechos ‘que resultan gravemente ofensivos para su agen y honor, lesionando y atentando contra su dignidad, crédito y reputación’. Para ello, el abogado de Aifos adjunta varias noticias en las que asegura que se hacen ‘aseveraciones falsas cuya única finalidad es la intromisión ilegíta en el honor de la demandante y el menoscabo de su fama y reputación profesional para, en resumidas cuentas, afectar de modo nocivo y nefasto en la marcha del negocio constitutivo de su objeto social’.
La revista subraya que en ningún momento en la demanda se presentan pruebas que demuestren que las informaciones publicadas no son veraces ni se muestran datos que contradigan algún aspecto de lo difundido este medio de comunicación. Se asegura que la única intención de esta revista es ‘proceder indiscrinadamente a la mofa, befa y escarnio’ y que su trabajo ‘sobrepasa el límite de lo tolerable al pretender convertirse en caudillo de la difamación de mi mandante’.
Aifos, dice la página web de la revista, tasa en 20.000 euros la intromisión en su honor que denuncia que sufre y pide además que El Observatorio pague las costas del juicio y publique la sentencia resultante del mismo.
En otros apartados de la demanda se asegura que la labor informativa de la revista afectará negativamente a las cuentas de la empresa, pues ‘es obvio que esta parable persecución se traducirá a corto o medio plazo en un descenso de las ventas’, y añade que El Observador ‘manipula el ejercicio del derecho a la información para edulcorarlo y desvirtuarlo al ponerlo al servicio de unos intereses torticero carentes de neutralidad’. De esta manera, considera que se daña ‘el prestigio profesional de una empresa malagueña que, pese a quien pese, ha logrado méritos propios convertirse en una promotora de renombre internacional’.










