El Congreso Mundial de Cardiología 2006, que se celebra del 2 al 6 de septiembre en Barcelona, dejó claro que la prevención basada en hábitos de alentación saludables es fundamental. Actualmente, mueren a diario en nuestro país 345 personas enfermedades cardiovasculares. Si no se toman medidas estas cifras alcanzarán en 15 años las densiones de una epidemia.
El Congreso Mundial de Cardiología 2006, que se celebra del 2 al 6 de septiembre en Barcelona, ha dejado claro que la prevención basada en hábitos de alentación saludables es fundamental. Actualmente, mueren a diario en nuestro país 345 personas enfermedades cardiovasculares. Si no se toman medidas estas cifras alcanzarán en tan sólo 15 años las densiones de una epidemia.
Las cifras barajadas en el Congreso Mundial de Cardiología, que se celebra en Barcelona del 2 al 6 de septiembre, son alarmantes. Las enfermedades cardiovasculares se cobran la vida de millones de personas al año en toda Europa. Si no se pone freno a esta situación, en 15 años las cifras alcanzarían las densiones de una epidemia global.
Sin duda, el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares está asociado con comtamientos específicamente adversos para la salud como el tabaquismo, la falta de actividad física y una mala alentación. La dieta mediterránea ha demostrado ser una de las más beneficiosas a la hora de prevenir estas enfermedades. Sus beneficios son mayores si cada día se añaden un puñado de nueces en sustitución de determinados alentos ricos en grasas saturadas, reduciendo así los niveles de colesterol hasta en un 11%. El consumo diario de nueces mejora e incluso restablece la función endotelial, y previene el endureciento de las arterias (arteriosclerosis) mejorando su elasticidad y permitiendo un incremento del flujo sanguíneo cuando es necesario. Las propiedades adicionales de las nueces provienen de su potente perfil nutricional y a su composición única distinta al resto de los frutos secos su alto contenido en ácido alfalinoléico, ácido graso Omega 3 de origen vegetal.
Según el estudio Preded, un trabajo realizado con 9.000 pacientes, los investigadores observaron que los pacientes que seguían la dieta mediterránea suplementada con nueces presentaban cifras más bajas de presión arterial y menores concentraciones en sangre de glucosa, colesterol, triglicéridos, al mismo tiempo que un aumento del colesterol bueno (colesterol HDL). La incoración de las nueces en la dieta produce un efecto saciante, con lo que se consigue una reducción en el consumo de grasas anales y azúcares refinados.










