El mercado de la prensa gratuita está cada vez más saturado y debe buscar nuevos caminos para diversificarse y seguir siendo el negocio rentable que ha logrado atraer a los grandes grupos mediáticos que, en un principio, declararon la guerra a estas publicaciones. Mateu Ros, presidente de
¿Hay más mercado para gratuitos, ejemplo, segmentados (económicos, culturales, vivienda, etc.)?
Tenemos que pensar que se mezcla mucho en el sote gratuito lo que es prensa gratuita con el sote comercial. A partir de ahí la gente de la calle, como recibe este sote gratuito, lo confunde, pero tenemos que diferenciar mucho lo que es realmente prensa de lo que no es prensa, sobre todo en ámbitos ya fuera de los grandes diarios, en áreas metropolitanas. Ahora está proliferando la prensa más segmentada, concreta y especializada, que es lo que está pasando con todos los medios. Las televisiones cada vez están más segmentadas, la radio ya hace muchos años que está muy segmentada. Entendemos que con la prensa tiene que pasar lo mismo.
“Si se acaba un periódico de pago en un quiosco o no se acaba, si ese periódico de pago se ha repartido en bloque en un hotel, en un estadio o en una biblioteca, esto es de difícil control. Pero la prensa gratuita está muy a la vista”
Hay quien dice en el sector que ya no hay espacio para más diarios generalistas (ADN, Metro, 20 Minutos y Que)…
Vemos que el mercado está muy saturado y que ha proliferado mucho. Pero esto hace que las publicaciones trabajen cada vez mejor en todos sus aspectos, desde formatos agradables, papeles, tendencias de diseño y, evidentemente, contenidos, y esto en el fondo lo que hace es que con esta competencia que hay, el lector, el consumidor final tenga productos muy buenos en la mano.
Hay cálculos que señalan que hay cerca de OCHO millones de lectores diarios, ¿se puede seguir creciendo con ese volumen de lectores?
Es difícil de contestar. Estamos en un sector excesivamente emergente. En Cataluña tenemos, en este momento, editadas más 300 publicaciones con carácter informativo gratuitas, nada de publicaciones comerciales, sólo carácter informativo. Si en pocos años hemos podido llegar hasta aquí, ¿dónde va a llegar esto? No sé, cada vez hay más grupos absorbiendo más publicaciones y profesionalizando más las redacciones. La verdad es que creo que estamos en un momento de auge tantíso. Por eso nosotros hemos organizado estas Segundas Jornadas Internacionales de Prensa Gratuita en Barcelona, a finales del mes de octubre, para debatir un poco el presente y el futuro, viendo la perspectiva que hay en el resto del mundo. En Europa hay países que están mucho más adelantados que nosotros. Vamos a traer especialistas de Intet de Argentina, de América… gente que nos tiene que marcar las tendencias de otros países y los derroteros de futuro.
Estas jornadas que organizáis, ¿buscan crear un frente común ante los diarios de pago? ¿Cuál es el objetivo?
En ningún momento. Nosotros somos un colectivo muy grande. La mayoría de los editores que existen a nivel de España son editores pequeños, aunque es cierto que estos editores van sumando más cabeceras y empiezan a crear grandes grupos, pero no hay necesidad para establecer aquí unas luchas extrañas con la prensa de pago. El tema tiene que ir otro lado. Nuestro mercado está muy saturado y tenemos que ver cómo tiene que evolucionar para no ir perdiendo tajada ni publicitariamente ni en audiencias. Y para eso tenemos que, creo yo, salir de guerras absurdas y dejar de creer que somos los mejores y lo que tenemos que hacer es trabajar para tirar esto para delante.
Los grandes grupos de prensa pusieron el grito en el cielo cuando aparecieron los preros gratuitos y ahora algunos tienen el propio: Qué, de Recoletos; Su Vivienda, de El Mundo… ¿las cifras los han cautivado?
Todos sabemos que en los medios de comunicación, un lado está en la audiencia, que en prensa puede traducirse en suscripciones o en ventas. Pero otro lado hay una gran pata de la mesa que es la publicidad. Cuando la prensa gratuita a nivel local vive de la publicidad local no estorba, pero cuando empieza ya a entrar en los grandes circuitos comerciales y a tocar esos clientes, esas grandes multinacionales que vemos en prensa de pago empieza a tener inquietudes, lógicamente que ese pastel hay que repartirlo. Esto está pasando también con las televisiones ahora, el tema digital. Yo entiendo que ellos empiezan a participar del gratuito estrategias comerciales, principalmente.
Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos estamos recibiendo información todos lados. Hay cincuenta mil canales diferentes que nos están acribillando, dándonos información. Eso significa que hemos cogido hábito de necesidad de estar informados. Entonces, nuestro tiempo de ocio muchas veces se invierte en buscar esa información que ya estamos acostumbrados a ella. Yo entiendo que la gente busca periódicos gratuitos para entretenerse, para estar informados y para seguir el día a día que esta sociedad en la que estamos metidos nos muestra. Y es lo que decía antes, si realmente estamos creando tanto hábito de lectura, es muy bueno no sólo para los periódicos de pago, sino para la cultura y para la sociedad española.
Distribución, ¿cómo se garantiza a las empresas que compran publicidad que el periódico llega realmente a la mano de un lector y no se queda amontonado en una esquina?
Esos ejemplares que sueles ver, acostumbran a ser ejemplares comerciales. Lo que es prensa, al margen de que sea gratuito o no, tiene un valor añadido, que es la información. Si esa información está bien trabajada, es una información coherente y está distribuida pensando en el público al que le tiene que interesar esa información, esas publicaciones no tienen qué amontonarse.
¿Pero con qué herramientas se les garantiza a los anunciantes la llegada de ese ejemplar al público objetivo?
La mayoría de publicaciones que son prensa, que llevan este valor añadido de la información, están controladas un organismo y otro de auditoría, sobre todo de distribución y de tirada, como PGDOJD o AC Nielsen y empresas reconocidas internacionalmente. Ésta es una garantía. La otra garantía está a la vista, que la prensa gratuita es que la prensa gratuita, si algo tiene, es que está a la vista. Si se acaba un periódico de pago en un quiosco o no se acaba, si ese periódico de pago se ha repartido en bloque en un hotel, en un estadio o en una biblioteca, esto es de difícil control. Pero la prensa gratuita está muy a la vista. Yo creo que el que funciona o no funciona, pues salta a la vista.
A nivel regional, ¿cómo se encuentra el mercado catalán?
El mercado catalán de prensa gratuita es pionero en el mundo, tenemos una tradición de más de 30 años haciendo gratuitos. Hay muchísas cabeceras con más de 10, 15, 20 o 25 años de consolidación en sus territorios. Eso quiere decir que son publicaciones con audiencias muy grandes. ¿Cuál es el problema de la prensa gratuita a nivel regional? Pues que no hay una auditoría de estas audiencias, no existe. El EGM no te valora las publicaciones que a nivel local y comarcal están funcionando mucho mejor que la prensa de pago tradicional. Con esto, hay un organismo, que se llama ‘El Baròmetre’, que está cofinanciado









