Tiene razón Zapatero. La OPA de E.On sobre Endesa le preocupa a Rajoy, y quizá a algunos amigos del candidato. Supongo que hay también ciudadanos inquietos y no se cuentan entre los amigos del gallego, es decir, no entrarían a formar parte de lo que Camilo José Cela habría denominado con el título de una de sus ficciones: “El gallego y su cuadrilla”. La vida nacional está organizada en pandas, en peñas, y desde siempre en cuadras dinutas, que agrupan al ganado lanar, ovino, caprino y mular. Tiene razón Rodríguez. Sólo a unos pocos les inquieta esta compra. A él no, que es un irresponsable, y ha pasado de calificar el negocio como “un asunto de estado” a pegarse unos tragos de un dudoso vino de Rhin para ver la luz de Alemania y el seductor brillo de los ojos de Ángela.
Él solito, con su capacidad para organizar cortocircuitos creó este lío, quemó a Montilla, achicharró a Gas Natural, electrocutó a la Caixa, y ahora les deja tirados y abandonados en la prera curva. En esas “entidades” están que trinan y sudan petróleo cada vez que la secretaria anuncia una visita del candidato Montilla. El asunto preocupa también a La Vanguardia que el otro día, ver si podía empujar, publicó a toda página que E.On tiene mucha potencia nuclear. Claro, Antich, claro. Y menos mal. Con el crudo a precio de bogavante es lo mejor que pueden hacer. Y es más, los sensatos de occidente reconocen que la única forma de paliar el efecto invernadero es volver a lo nuclear. Aquí no, aquí confiamos en el petróleo que le saque González al teócrata de Irán.
Definamos ahora a la banda que rodea a ZP. A Caldera le han quitado las competencias como se le quitan las pistolas a un sargento cocido de coñac. López Aguilar es ministro a medias. Le quieren enviar de candidato a Canarias, y el no quiere, que tiene miedo de que le pongan veinte mocetones de Senegal acampados en la puerta. Trujillo está perdida en el laberinto de un piso de treinta metros. Moratinos tiene suficiente con aliar civilizados. Solbes les pega collejas a todos que le tiran de los bolsillos como una banda de niños rumanos. Rubalcaba no sabe cómo parar lo del informe de Telesforo sobre la Eta y el 11M, y a María Teresa la vos ayer tarde gritar como desesperada en el congreso, contra Zaplana, que la tiene loca, y contra Rivero, que es hombre cabal y educado. El cuadro tiene un nombre. Me lo presta Gutiérrez Solana: “El lechuga y su cuadrilla”.
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