Tres días después de que una emisora de radio estatal húngara difundiera una grabación en la que el prer ministro del país afirmaba haber engañado durante los dos últos años a sus electores, la situación en el país del Danubio recuerda a la revuelta comunista acaecida en Budapest hace medio siglo. Ferenc Guyrcsany, uno de los hombres más ricos del país y a la sazón prer ministro del gobierno socialista, ha podido ser vícta de un mal asesor en Comunicación (se dice que fue él mismo quien filtró las grabaciones) o de una campaña de desprestigio que aceleraría su salida del gobierno. Mientras tanto, él no dite, y de la sede de la televisión estatal sólo quedan escombros.
El ‘Watergate’ húngaro va camino de provocar una de las mayores revoluciones políticas en Europa Oriental desde la caída del Muro de Berlín en 1989: Ferenc Guyrcsany, Prer Ministro del país, ha visto cómo una emisora de radio difundía unas declaraciones suyas durante una reunión con sus colaboradores acaecida durante el mes de mayo, en las que afirmaba haber engañado a la opinión pública de la nación durante los dos últos años en aras de alcanzar la reelección en las últas elecciones legislativas celebradas en abril y poder así desarrollar la drástica reforma económica que demanda
Por el momento, dos son las teorías que cuentan con más fuerza para explicar lo acaecido: la prera argumenta que habría sido el propio Prer Ministro quien filtrara las grabaciones con el objetivo de lavar su agen de cara a la opinión pública, mientras que la segunda apunta a un moviento de la oposición – o incluso desde su propio partido para derrocarle.
Curiosamente, esta crisis, abierta la difusión de las polémicas declaraciones en la radio pública húngara, tiene otro componente tecnológico: Guyrcsany posee un blog que actualiza diariamente, y en el que colgó la totalidad de las polémicas declaraciones.
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