Se marcha Ibarra. Nos deja unas cuantas intervenciones golosas para las radios y los telediarios. Era un maestro de la coz y del exabrupto. Pero a base de golpes y collejas no se saca a una comunidad de los últos lugares del desarrollo. Su persistencia en el poder se ha basado en la administración de las subvenciones. El dinero llegaba de lejos. Y con él se creaban redes de clientela con el voto cautivo. Hoy Extremadura ingresa más lo que recibe que lo que genera su economía, y es la región española que menos inmigrantes acoge, apenas un dos ciento de su población.
Madrid sin embargo está a la cabeza del desarrollo y de la asilación de inmigrantes. Un reciente estudio de
Así las cosas en Madrid no hay batalla, solamente se sula. No es que el candidato socialista sea poco atractivo, es que no tiene modelo de creciento alternativo al que ha puesto Aguirre. Madrid es la comunidad más solidaria de España que sólo se puede ser solidario si se crea riqueza, si se deja que la industria, el comercio, la empresa, trabajen con eficacia y sin la intromisión de los poderes públicos. Los socialistas, que son maestros de la sulación, quieren hacer creer que existe un duelo el poder, que las encuestas les son favorables, pero la prueba de que pintan una realidad virtual es que no encuentran candidato para la alcaldía, y sólo son capaces de presentar a la comunidad a uno que ya ha fracasado.
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