El Consejero de Vivienda y Urbanismo, Alejandro Gil Díaz, compareció ayer a petición propia para dar explicaciones sobre su actuación en el proceso de aprobación del PAU de El Quiñón. Antes de comenzar la comisión, el consejero quiso dirigirse a los medios de Comunicación que ahí se agolpaban y someterse a sus preguntas. Sin embargo, la rueda de prensa duró lo que tardaron nuestros redactores en plantearle a Gil las siguientes cuestiones…
El Consejero de Vivienda y Urbanismo, Alejandro Gil Díaz, compareció ayer a petición propia para dar explicaciones sobre su actuación en el proceso de aprobación del PAU de El Quiñón. Antes de comenzar la comisión, el consejero quiso dirigirse a los medios de Comunicación que ahí se agolpaban y someterse a sus preguntas. Sin embargo, la rueda de prensa duró lo que tardaron nuestros redactores en plantearle a Gil las siguientes cuestiones: ¿Cómo es posible que el informe de urbanismo saliera de la consejería la mañana del mismo día en que se aprueba el PAU en Pleno extraordinario? Y, en segundo lugar, ¿Cómo explica que se reuniera con el constructor y el alcalde esa misma mañana horas antes de que se celebrara el Pleno extraordinario en el que se aprobó el PAU?
Acto seguido, cuando Gil comenzó a contestarnos, su gente se dirigió a uno de nuestros redactores diciendo que se habían acabado las preguntas ‘que no había tiempo para más’. Con lo que la rueda de prensa duró lo que se tardó en contestar, en prer lugar, una cuestión introductoria en la que hizo alarde de transparencia y mostró su intención de explicar ‘con todo lujo de detalles cual ha sido la tramitación administrativa del gobierno de CastillaLa Mancha y de
Sobre la reunión que mantuvo ‘se dice, con el alcalde y con el constructor de esta actuación debo decir que yo me reúno con cientos de alcaldes y empresarios que vienen a invertir en la región. Mal consejero sería sino escuchase, lo menos, a los alcaldes y a los constructores que quieren invertir en nuestra región. Eso no quiere decir que el que me reúna con alcaldes y empresarios signifique que yo acceda a todas sus peticiones y en este caso está muy claro, dos días antes de la aprobación del PAU parte del Pleno, la comisión provincial de urbanismo, la que hablo yo, dijo claramente que el PAU no se podía aprobar que había 18 reparos serios de 18 deficiencias que había que subsanar’. Un informe vinculante con fecha de salida del día 8 de mayo de 2003 y no dos días antes como asegura Gil.
Eso es todo lo que contestó que ‘no daba tiempo a más’. Sin embargo, tras la comparecencia de Gil se tardó, al menos, 15 minutos en comenzar
Gil preparó su intervención entorno a 10 cuestiones que se formuló él mismo durante su discurso y que, a su juicio, resuelven todas las dudas creadas entorno a la aprobación de El Quiñón. Todo estaba planeado al milímetro, de hecho, parte del PP se denunció que
Como se puede ver, el consejero tenía todo más que medido. Si es verdad que fue una comparecencia a petición propia, como reiteró en numerosas ocasiones, pero se trató de una comparecencia controlada en la que nada se le podía ir de las manos para no verse en situaciones embarazosas. De hecho, IU no pudo asistir a la sala no tener representación en las Cortes, pese a ser parte plicada en el asunto.
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