‘La COPE debe ser un referente de libertad y coherencia y lo es’

Entre el 10 y el 12 de octubre Madrid acogerá el Congreso Mundial de Televisiones Católicas, que reunirá un millar de entes audiovisuales de todo el planeta. En conversación con PRNoticias, José María Gil, director del secretariado de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social (CEMCS) explica que se quiere crear un gran banco de programas televisivos y hacer los canales más eficaces. Para Gil, hay algo muy claro: la Iglesia no hará propuestas de telepredicadores. Las claves serán la coherencia y profesionalidad.

¿A qué aspira el Congreso Mundial de Televisiones Católicas?

La Iglesia en cuanto pone medios de comunicación tiene la intención de influir en el cambio o en la construcción social desde la visión cristiana de la vida, que es el Evangelio. Luego, su finalidad es evangelizadora, que no significa adoctrinamiento, sino la propuesta del mensaje cristiano para convencer. Y eso lo han de tener claro todas las televisiones de iniciativa eclesial, máxe cuando tienen el calificativo de católica.

Este Congreso va a dar visibilidad a más de un millar de televisiones católicas de todo el mundo de las que habrá una representación de 150 instituciones. Tenemos que pensar en este encuentro en su carácter mundial, en una densión universal. Hay más de un millar de entes televisivos católicos, desde productoras hasta operadores de televisión, estudios de guionistas, hasta lo que son propiamente emisoras. Hay una gran variedad: desde pequeñas, diocesanas, locales, hasta grandes cadenas de televisión que emiten satélite en español y en inglés, como es la EWRTN de Madre Angélica, desde Estados Unidos para todo el mundo. Y también hay televisiones que son grandes cadenas, como Conçao Nova en Brasil siendo una de las grandes cadenas de la televisión en ese país o Sat2000 en Italia. Hasta realidades más sencillas, como es Tele Lumiére, en El Líbano, que también está en satélite, de los cristianos maronitas. Hasta pequeñas productoras de televisión en Rusia o en pequeños países africanos.

¿Habrá un debate más técnico o más orientado a la espiritualidad y la evangelización?

Se trata de dar visibilidad a todo esto en un encuentro en el que se va a reflexionar sobre dos grandes cuestiones: Identidad y solidaridad audiovisual. La identidad, que nos es común a todos y que es la identidad católica. Eso después se desplegará en una parte técnica, donde se hablará de sotes, de programación católica, de parrilla, de radios generalistas, de empresa informativa y de modelos de gestión, hasta construir una gran red de televisiones católicas en todo el mundo.

Esta red de TV católicas podrá tener una división áreas culturales, como puede ser América Latina, que tiene más del 30% de la participación en el Congreso. Al encuentro de Madrid vienen representantes de entes televisivos católicos de 48 países y son más de 150 realidades las que estarán presentes en el Congreso y habrá también profesores de facultades de comunicación de las Universidades católicas. La Iglesia tiene facultades de comunicación en todo el mundo y hay gente especializada en estudios y reflexiones sobre el hecho comunicativo y su pacto. La red de televisiones católicas que queremos  poner en marcha lleva consigo no sólo ganar en eficacia o en compartir experiencias tanto de gestión como de contenidos o de tecnología, sino también crear un gran banco de programas televisivos. Que las televisiones que más pueden y tienen una producción alta la pongan sus contenidos o producciones audiovisuales a disposición de las más pequeñas y pobres. Y se estudiará el modo de hacerlo, satélite o Intet. Hay varias propuestas.  El Congreso de Televisiones Católicas podrá, además, ser seguido Intet a través de www.congresomundialtv.com

En cuanto a esta identidad católica, más allá de las diferentes realidades de las televisiones en cada país o continente…

Hay un denominador común: la pertenencia a la Iglesia católica o a instituciones suyas. Pero esto no significa que un canal católico sea un canal religioso o devocional. Me refiero a temático. La Iglesia tiene multitud de entes generalistas que pueden tratar de todos los temas pero si han de hacerlo con una visión cristiana. Esta identidad católica ha de ser común a todos ellos y en plasmarse de forma trasversal en su programación o contenidos, sin dejar ello de ser interesante y atractiva. Luego los sotes serán variados en los diferentes entes televisivos, los formatos y cada uno de los programas. Y no olvidemos que los contextos son muy distintos.  Hemos de saber conjugar en TV la unidad y la pluralidad, identidad y profesionalidad. Una televisión católica no puede equivaler a una televisión aburrida o mediocre.

¿Quiere decir pluralidad para abordar temas y unidad en cuanto a la perspectiva católica?

Reitero que una televisión católica de carácter generalista puede tratar todos los temas que interesen al ser humano, pero si quiere ser coherente ha de hacerlo desde la óptica cristiana, sin perder ello atractivo e interés. Pero al mismo tiempo, como está ocurriendo en las emisoras de la Iglesia, en cualquier ámbito de la comunicación, los medios de la Iglesia también tienen que ser elementos de libertad, especialmente en aquellos países donde no la hay.

En este marco de pluralidad y libertad, ¿debe un canal católico competir comercialmente con el resto de las televisiones?

Un medio necesita medios y hay que aplicar las técnicas propias de una empresa. Es preciso tener claro si ese medio va a ser temático o generalista, si va a llevar o no publicidad y competir en el mercado. Siempre hay que tener clara la financiación, sea patrocinio o publicidad o mixto. Todo esto hay que estudiarlo y es muy diferente según la opción que se tome.

Muchas veces la publicidad y la financiación condicionan la programación de las cadenas, ¿cuál debe ser el rol de un medio de comunicación que se define como católico?

La coherencia, su alto grado de competencia profesional. Coherencia y profesionalidad serían las palabras clave.

En el panorama nacional, ¿ve usted esa coherencia en medios católicos, ejemplo en la cadena COPE?

Lo que creo es que la cadena COPE tiene que ser un referente en cuanto a libertad y coherencia en el medio radio en España y juzgo que lo está siendo, con sus dificultades, como las tienen todos. Y la Iglesia siempre hará permanente evaluación del cumpliento de su ideario en este medio y en otros. Y rectificará lo que va mal y potenciará lo correcto.

¿Cuáles son esas dificultades que enfrenta la cadena COPE para plantar ese ideario?

Nosotros nos movemos en el terreno de juego  que es común a todas las emisoras comerciales, con las leyes que tienen todos para jugar en el medio radiofónico.

El lema de este Congreso Mundial es ‘El rápido desarrollo’, ¿ qué se ha elegido esta frase?

Es el título de la últa carta del Papa Juan Pablo II dedicada a las comunicaciones sociales. Los documentos de la Santa Sede se llaman las dos palabras las que comienzan. Y ésta empezaba ponderando ‘El rápido desarrollo’ de las tecnologías de la comunicación y los retos que ello le plantea a la Iglesia para estar presente en este ámbito. Y lo que se refiere al tante mundo audiovisual, la Iglesia se ha dado cuenta de que tiene una multitud de entes televisivos que se han desarrollado a gran velocidad en los últos años y quiere ponerlos en sinergia y en coordinación para hacerlos más eficaces y, sobre todo, para ayudar a aquellos que menos tienen a fin de que puedan ser referentes de libertad y del mensaje cristiano en sus entornos.

Las cadenas de televisión evangélicas han tenido un enorme auge en muchos países. ¿Estas reuniones son una instancia para coordinar una respuesta o una alternativa a esta propuesta?

La Iglesia no tiene un mensaje contra nadie, sino de propuesta y positivo. No somos la gente del ‘no’, sino la gente que desde el Evangelio quiere hacer una propuesta positiva. Tenemos un mensaje y un mandato para transmitirlo, que nace del Evangelio. Los medios de la Iglesia han de dar representación mediática en la opinión pública a lo que es una realidad social incuestionable como es el hecho religiosos católico y los millones de personas que lo viven y no quieren que sus convicciones queden marginadas del espacio público. Insisto en que la Iglesia tiene millones y millones de fieles en todo el mundo que lógicamente debe tener una representación mediática y no pueden ser algo marginal y marginado en los medios. Y la Iglesia busca tener presencia en la Sociedad de la Información y hacerlo de forma inteligente, coherente y coordinada.

¿Pero condiciona ese auge de medios evangélicos a las cadenas católicas?

No, la Iglesia no hace propuesta de telepredicadores, si es a esto a lo que se refiere en su pregunta. La Iglesia siempre ha utilizado la comunicación pública. Sólo un ejemplo referirme al terreno educativo: la prera escuela de comunicación en España la puso la Iglesia de manos del Cardenal Herrera a mediado de los años 20 del siglo pasado. Actualmente, de cada cuatro universidades españolas que tienen facultades de comunicación, una es de la Iglesia. Y no hablemos del mundo de la radio donde cuenta con la segunda cadena radiofónica del país. Por tanto no se puede decir que ha perdido el tren de la comunicación cuando está en todos esos frentes. Hay reflexión sobre la comunicación. Sabemos de comunicación en todo el mundo y vamos ha seguir comunicando.

Con la presencia relevante de Latinoamérica en este foro, ¿se puede plantear un modelo que surja desde esta región?

Eso tiene una explicación. Hay una tradición televisiva distinta a la de Europa. Allí está menos estatalizada, es de opciones más libres en cuanto a emisoras, no hay una regulación tan rígida y, lógicamente, la iniciativa privada, entre ellas la católica, es ciertamente más floreciente y muy pegada a la realidad eclesial y social.

También van a participar otras entidades no relacionadas directamente con el mundo católico, ¿cuál es la atación mutua, desde el congreso a estas organizaciones y viceversa?

Si se refiere a operadores de telecomunicaciones sí van a estar presentes ya que ven en las televisiones católicas un posible y gran mercado. Y, sobre todo, ven unos operadores con unos lazos comunes, con los que será fácil trabajar. Les mueve ese interés legíto. Y nosotros encantados que tener conociento de la tecnología punta y, al mismo tiempo, trabajar como grupo cohesionado, nos posiciona en el sector con unas ventajas mayores  a la hora de renovar nuestros equipos que si fuéramos individualmente.

Usted, además de periodista, dirige el secretario de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social, ¿cómo enfrenta Benedicto XVI el listón tan alto que le dejó Juan Pablo II en términos mediáticos?

Como lo está haciendo y con un notable éxito. Ahora, en Roma va cada vez más gente  acude a sus audiencias, en torno a 30 mil o 40 mil personas en cada audiencia del Papa. El gran estilo comunicativo de Benedicto XVI es su humildad, naturalidad y sabiduría. Esto siempre atrae. Pienso que en esta materia el Papa está sacando matrícula de honor en su densión pública y de relación con la gente a través de los medios.